Por: Iván Felipe Sotelo
Con gran sorpresa despierta la ciudad de Pasto luego de que por decreto se ha modificado la tarifa del bus a 2.400 pesos, es complejo tener en cuenta la deficiencia que aún persiste en el sistema de movilidad.
Muchos de los paraderos aún no son tomados en cuenta, todo el sistema y sus tiempos se han convertido en una problemática en el que el afán por cumplir unos horarios y la guerra del centavo sea cada vez más visible, son muchas las curvas y pericias de los conductores para lograr tener un cliente más.
Pero, independientemente de todas estas problemáticas en el sistema que aún no se han solucionado surge la pregunta. ¿Qué ocurrió con el movimiento que le bajen al bus? Recuerdo aquellos días en la Universidad de Nariño en donde abanderados salían y gritaban que era necesario defender los intereses de la comunidad, donde quedaron esos líderes que decían que nunca iban a olvidar sus inicios y que ahora hacen parte de la burocracia.
Es triste pensar que fueron en su momento ‘líderes’ con el fin de lograr un objetivo y no los culpo, recordemos bien que todos tenemos de que vivir, pero también es importante que no olviden de donde vienen o quienes confiaron en ellos.
Y es que entristece el pensar que no se ha tenido ni una divulgación frente a este tema, ¿será que la lucha solo era en el momento universitario?, ¿será que buscaban un ese catapultaso hacia un cargo municipal o un acercamiento al Concejo Municipal?
Es cierto que muchos de los líderes ahora solo tienen esta dinámica de usar el pueblo para sus intereses y después ya no permanecen en la región, cambian de números y se vuelven una especie de deidades imposibles de alcanzar.
Si no es a través de su asesor de imagen o sus secretarios, que triste que incluso la universidad de Nariño fue usada así, puesto que se suponía que la lucha no se olvidaría, pero no solo olvidaron la lucha, no solo cambiaron sus zonas residenciales, sino que también se olvidaron de donde vienen, de aquellos sitios en donde decían más de una vez yo vengo del sur o vivo en tal sitio.
Ahora se realizaron un cambio de imagen y hacen parte de otro mundo, en donde pareciera que solo aprendieron a dar un discurso y no a trabajar con la comunidad. Invito a que se analice bien su labor y que de verdad vuelvan a sus raíces en donde tanta gente confió en ellos y hoy en día solo queda el recuerdo.
Que se coloquen la mano en el corazón y sus gritos que dieron con tanto orgullo o ego de llamarse líderes no simplemente se convirtiera en una cuota de votos para lograr una cuota política y ahora solo se los mira en las mejores zonas acompañados de lindas mujeres y de muchos asesores, pero olvidaros aquellas zonas que decían que nunca olvidarían.