La situación de los usuarios de la EPS Sanitas en la ciudad de Pasto se ha vuelto insostenible debido a las largas filas y la falta de atención en el dispensador Genhospi, ubicado en la carrera 40a número 19-10, en el barrio El Dorado, Comuna Nueve.
Pacientes, en su mayoría adultos mayores, mujeres con niños y personas con enfermedades crónicas, se han visto obligados a pasar interminables horas esperando su turno para recibir los medicamentos que tanto necesitan.
María Criollo, una de las afectadas, denunció públicamente a través de sus redes sociales que, a pesar de llegar al dispensador desde la 1:00 p.m., ya son las 11:00 p.m. y aún no ha sido atendida.
“Estoy aquí desde la 1 de la tarde, esperando recibir mis medicamentos, pero las filas son tan largas que parece que no avanzo. No me han dado ninguna explicación sobre el retraso. Estoy desesperada, es inhumano”, expresó Criollo, quien añadió que la situación se agrava por la presencia de niños y adultos mayores, quienes también deben esperar en condiciones inadecuadas.
Aglomeraciones
Según los testimonios de otros usuarios, las filas en el dispensador llegan a abarcar más de una cuadra, lo que genera aglomeraciones y una sensación de descontrol. Los pacientes han señalado que, además de la espera excesiva, el personal no da respuestas claras sobre los tiempos de atención, lo que agrava aún más la frustración generalizada.
En el caso de María Criollo, la desesperación es tal que ya contempla la opción de pasar la noche en el lugar para poder obtener los medicamentos. “No puedo regresar a casa sin el medicamento, y no me queda otra opción que quedarme aquí toda la noche si es necesario. No puedo permitir que mi salud se vea afectada más de lo que ya está”, comentó, visiblemente cansada y preocupada por la situación.
Los usuarios de la EPS Sanitas han solicitado a la entidad una solución inmediata, ya que consideran que la falta de organización y la escasez de personal están comprometiendo su derecho a la salud. Muchos de ellos han expresado su preocupación por los riesgos que implica esperar tanto tiempo en condiciones que no favorecen la atención adecuada, especialmente para aquellos con enfermedades graves.