Sofonías Rodríguez M.
Desde el año 2.000, la Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la O.M.S. y la Unesco, designaron el 29 de septiembre como el día Mundial del Corazón, sobre todo como estrategia para sensibilizar y concientizar sobre las enfermedades cardiovasculares, pero aprovechamos para referirnos a su incidencia en el ser humano y al sentimiento donde para todo el mundo tiene cabida el amor.
En la actualidad cuando la ciencia ha dado pasos agigantados en el tratamiento y cirugía del corazón, hay que referirnos con signos de admiración por la forma cómo se realizan procedimientos exitosos y lo que antes someterse a una operación del órgano más importante del ser humano, era pensar en el altísimo riesgo de muerte y por lo general había que trasladar al paciente a capitales como Bogotá, Medellín o Cali.
Hoy por fortuna y a Dios gracias tenemos eminentes médicos en nuestra capital con la especialidad en Cardiología en diferentes clínica y centros asistenciales que siguen demostrando a través de estudios investigativos y profesionales cuyas exitosas cirugías merecen toda admiración, respeto y reconocimiento-Lo bueno es que en las entidades de salud los tenemos con experiencia y juventud al servicio de la comunidad.
Pero en casi todos los galenos su principal recomendación es la medicina preventiva y para ello nos hablan de alimentación sana con elementos naturales, así como de reducir el consumo de sal y mantener una vida activa con actividad física regular para quemar grasa y mantener el cuerpo sano evitando el riesgo de la obesidad.-
Analizando de paso al corazón como órgano vital en nuestro medio somos como muy indiferentes para cumplir con los cuidados que requiere y contrario a las recomendaciones médicas, casi nunca acudimos a un examen que diagnostique el real estado de nuestro corazón. Y desafortunadamente cuando sentimos algunos síntomas en estado grave o cuando nos vemos atacados por una deficiencia, llegamos al médico.
Otro llamado es al corazón nuestro, el mismo que muchos de los necesitados hacen es para que nos dispongamos a abrir sus puertas y en la medida en que podamos demostrar la generosidad y la solidaridad para compartir lo que podemos dar.-Alguien decía y con razón cuando regalamos algo siempre esperamos que la gente agradezca, pero en realidad quienes debemos agradecer somos nosotros porque es Dios quien nos da la gracia de tener un corazón grande en bondades.- !Que viva el corazón carajo!

