Por: Chucho Martinez
No se puede negar que la presidencia de Petro ha dinamizado la vida económica, política, social, ética y ambiental del país. Todos los temas están sobre la mesa, se debaten abiertamente aún a riesgo de asumir sus propias consecuencias.
En lo económico pareciera aceptarse por toda la sociedad que hay un determinismo de la economía sobre las demás variables de la sociedad; cada propuesta que hace el presidente apunta a disminuir la distancia entre el 10% más rico y el 10% más pobre del país que es 50 veces mayor la de aquellos. Contra ella, a dentelladas, se levantan los superricos a mantener el satatus quo.
En lo social la polarización es fuerte entre quienes se lucran de los servicios comunitarios y quiénes históricamente han sido marginados de los derechos naturales a una buena salud, educación, vivienda, recreación y deporte que son la mayoría de colombianos, porque prima el variable la económica sobre todas las esferas de la vida en la sociedad y en esa medida son unos pocos los privilegiados, que no permiten una racional justa y humanitaria distribución del ingreso y en consecuencia, de los beneficios sociales. Los particulares se creen dueños de los bienes públicos.
En lo político es evidente una profunda crisis ideológica, programática, ética y hasta estética de todos los partidos -cerca de 32- entre los cuales solo se diferencian en su apetito burocrático, entonces, el debate carece de fundamentos y es trasladado al lenguaje primario de la injuria y calumnia en las cloacas de las redes sociales que le han dado patente de corso al matoneo y a la descalificación del contrario. Todos los políticos parecen fósiles vivientes.
En lo ambiental seguimos asistiendo al deterioro de los ecosistemas no obstante que, en Colombia, se ha disminuido la deforestación significativamente, sin embargo, seguimos respirando un aire carbonizado y la sociedad no hace conciencia de ello. Difícil adoptar medidas de transición energética cuando no se tiene los recursos económicos para cubrir el vacío que deja la suspensión del consumo de combustibles fósiles.
En lo ético, nos acostumbramos a la corrupción como a la guerra. La justicia es laxa frente al delito, con mas del 90% de impunidad.
Coletilla. Avanza aceleradamente el diseño de la doble calzada Pasto- Catambuco. Bien Escobar y Toro.