Por: Aníbal Arévalo Rosero
Causó mucha sorpresa que un paro camionero de esos que duran semanas y meses, Petro lo hubiera llevado a su término de un solo plumazo. Lo hizo con el poder de la palabra y con el uso de su inteligencia natural. En Colombia decimos que el que tenga rabo de paja que no se arrime a la candela. Y así fue.
El expresidente Duque le heredó al presidente Petro un hueco fiscal de 36 billones de pesos del Fondo de Estabilización de los Precios de Combustible; situación con alto grado de irresponsabilidad con el país; porque el uno se va fresco y orondo y el que llega tiene que asumir tremendo chicharrón. Y a Petro sí que le ha tocado asumir una herencia de corrupción tremenda.
Era día miércoles 4 de septiembre, y en las redes sociales se anunciaba que el Presidente hablaría esa noche a las siete; todos presupuestábamos que se referiría al tema obligado por esos días: el paro camionero. Y no fue así: El Presidente en tres palabras dijo que no se referiría al paro, aunque todo el mundo lo intuiría. Hablo de la corrupción y de las chuzadas y seguimientos ilegales al hoy presidente, y en esa oportunidad candidato presidencial, mientras se vivía el estallido social del 2021.
El software ilegal Pegasus costó la bobadita de 11 millones de dólares en Israel, y que había sido pagado en efectivo en envíos de dos vuelos con dirección a Tel-Aviv, Israel. Con este anuncio, el doctor Petro logró desarmar a los políticos de extrema derecha del uribismo que estaban apoyando el paro, dando manivela desde la sombra y a través de los medios de comunicación. Lo que dejaba en claro que era un paro político, con la finalidad de hacer su consabida dosis de hablar mal de Petro con intenciones de recuperar el poder.
El otro momento se dio cuando dijo que el gobierno negociaría con los pequeños propietarios de los camiones, y no con los grandes empresarios, para que se mejoren sus condiciones en materia de pago de fletes. Esto dio pie para que muchos camioneros pequeños propietarios recibieran con regocijo esta noticia, pues no todos los camioneros caben en el mismo costal.
El tercer momento, y definitivo, fue cuando el Presidente anuncia investigación a través de la Dian, Ministerio del Trabajo y Supersociedades; pues los grandes propietarios no cumplen con lo de ley en materia prestacional y salarial con sus conductores y con la asignación de la carga están pagando por debajo de lo legal. Y ahí mismo fue que el señor multimillonario Henry Cárdenas propietario de Fedetranscarga salió corriendo del escenario de la negociación para dar orden del levantamiento del paro. El señor Henry Cárdenas tiene rabo de paja.
El joven multimillonario Henry Cárdenas hizo fortuna de la sobreexplotación de pequeños propietarios y conductores; de no pagar lo legal, las prestaciones sociales, de hacer contratos leoninos; de aprovecharse de la posición dominante que es uno de los males que aqueja a una sociedad con dominio del poder de la extrema derecha, de los oligopolios. Y así sucede lo mismo en el manejo de la posición dominante en las aerolíneas y otros sectores que le restan oportunidades a emprendedores y pequeños empresarios.
La estrategia Petro no estuvo en mandarles el Udmo (antiguo Esmad) a los camioneros; ellos por su cuenta se dispersaron. Mientras que los pequeños propietarios y conductores se verán beneficiados con el acuerdo obtenido en las negociaciones porque les tendrán que mejorar el pago de fletes, prestaciones sociales, jornadas laborales, horas extras y una buena negociación con el incremento del diésel que se incrementará $200 mensuales hasta el mes de diciembre.
Colombia cuenta con el presidente más inteligente y humano de la historia de nuestro país. ¡Aplausos; Presidente!