La ciudad de Pasto, se encuentra sumida en un profundo luto tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Dayana Marcillo, una joven de aproximadamente 26 años de edad. La conmoción ha invadido a la comunidad tras la confirmación de que la mujer, al parecer, tomó la trágica decisión de poner fin a su vida. El desgarrador suceso se produjo el pasado sábado, aunque su cuerpo fue encontrado por su hermano el lunes, tras haber estado tres días sin vida en su hogar suspendida de una soga.
Los detalles de este triste acontecimiento han comenzado a emerger, revelando la profunda tristeza que rodeaba la vida de Dayana. Según información preliminar, la joven trabajaba como mercaderista y, aunque mantenía una apariencia de normalidad en su vida laboral, sus redes sociales reflejaban una realidad diferente. Amigos y familiares han compartido que Dayana había estado expresando su lucha contra la depresión, dejando mensajes que resonaban con dolor y desasosiego.
Consternación
El hallazgo del cuerpo de Dayana ha generado una ola de consternación en la comunidad nariñense. Muchos han comenzado a reflexionar sobre la importancia de hablar abiertamente sobre la salud mental y de brindar apoyo a aquellos que enfrentan problemas similares. «Es devastador ver cómo una vida llena de potencial y sueños termina de esta manera», comentó un amigo cercano a la familia. «Es una llamada de atención para todos nosotros sobre la necesidad de estar más atentos a las señales de quienes nos rodean».
Difícil momento
La familia de Dayana ha solicitado privacidad en este difícil momento, pero han manifestado su deseo de que la tragedia de su pérdida no se quede en el silencio. «Queremos que su historia ayude a otros a buscar ayuda», señalaron. La comunidad ha comenzado a organizar vigílias y encuentros para recordar a Dayana, así como para crear conciencia sobre la salud mental y la importancia de la prevención del suicidio.
El suceso ha reavivado el debate sobre los recursos disponibles para el tratamiento de la salud mental en Nariño. Muchas personas expresan su preocupación por la falta de acceso a servicios de apoyo psicológico y por la necesidad de fomentar espacios donde se pueda hablar sin estigmas sobre los problemas emocionales. En un momento donde la salud mental se convierte en una prioridad mundial, la historia de Dayana es un recordatorio desgarrador de que detrás de cada sonrisa puede haber una batalla invisible. La comunidad de Pasto ha decidido unirse en este dolor, no solo para honrar su memoria, sino también para crear un cambio significativo que pueda prevenir futuras tragedias.