La primera novela del escritor colombiano C. A. Bangadof, seudónimo de Christian Alexander Narváez, ‘Diario de una Seducida’, es un cuestionamiento profundo sobre los límites de la moral y la justicia que aún someten a la mujer en la sociedad contemporánea. Y para tambalear el estatus quo y las convenciones de la corrección política, Bangadof escribe una historia con un tema inconcebible: la madre que asesina a su propio hijo y, no obstante, en su desesperación, intenta redimirse salvando del abuso sexual a una niña desconocida.
En el fondo, ‘Diario de una seducida’ plantea un enorme dilema ético que, como en las novelas de Dostoievski, confronta a los lectores: ¿Es posible perdonar a una madre que acabó con su progenie? ¿La sociedad es más severa con ella por su género? Pero, antes de tomar una posición, el escritor se encarga de complejizar la historia, haciendo de Sonia, su protagonista, más que una Medea actual, una mujer a la que no podría juzgarse, si no se revisa con brutal honestidad la distribución de bondad, afecto y oportunidades de felicidad en el mundo. Así, como en un espejo, el escritor evidencia que todos los seres humanos son errantes, seres que, en mayor y menor medida, van dejando a su paso dolor y un poco alegría, acumulando suficientes motivos para ser condenados, o quizá absueltos.
Trayectoria
El escritor, de origen nariñense, es politólogo doctorado en Derechos Humanos y, desde hace 15 años, reside en la ciudad de Cali, donde se dedica a la docencia universitaria. Su ópera prima fue presentada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara a finales del año 2023, además está siendo traducida al inglés y podría convertirse en una nueva producción para plataformas streaming.
Cristian Narváez señaló que esta es una novela que, aparte de que coloca en tensión a las personas, está cargada de dilemas morales. “Eso es algo que manejamos mucho cuando se trabaja en Derechos Humanos, porque siempre nos colocan frente a situaciones cuyo desenlace no parece obvio, entonces las personas entran en conflicto con sus propias ideas de justicia y temen que no haya una resolución realmente favorable para nadie”, manifestó.
Sinopsis
Así que la novela tiene una serie de circunstancias que impelen a los lectores a ese nivel, aunque es una suerte de Medea traída al siglo XXI, lo que inicialmente es claro para Sonia y los lectores, haber matado a su hijo para vengarse del marido homosexual, al final resulta que ya no es tan claro, y entonces le pasa un poco como a Raskolnikov en ‘Crimen y castigo’, cuando pensó que matando a la vieja usurera estaría haciendo un bien a la humanidad, pero luego entra en una introspección donde todo se difumina y las razones que tuvo no son suficientes para acabar con la vida de nadie, incluso del ser más despreciable.

