Este lunes, 30 de septiembre, los visitantes del Congreso de la República se encontraron con una inesperada novedad: un puesto temporal de frutas había sido montado dentro del edificio. En el lugar se podían ver anchetas llenas de bananos, manzanas y uvas, que fueron distribuidas entre los funcionarios que estaban en el recinto.
“¿Quién trajo todas estas frutas hoy a la Cámara de Representantes?”, preguntó el representante del Centro Democrático, Hernán Cadavid, al compartir una foto de las mesas decoradas con los frescos productos situadas en las afueras del recinto.
Este evento, que fue organizado por el área administrativa, tenía como finalidad fomentar hábitos alimenticios saludables, pero llegó en un momento delicado para la bancada del Pacto Histórico. La tensión aumentó este fin de semana, cuando se reveló un escándalo relacionado con el representante David Racero. Este se enfrenta a acusaciones de haber utilizado al conductor que le fue asignado para su labor legislativa en actividades no relacionadas con el Congreso, presuntamente para manejar un negocio vinculado a la venta de frutas, lo que ha suscitado controversia y críticas hacia su gestión.