Por: Ricaurte Losada Valderrama
Qué bien, sigue muy de pie la lucha contra la dictadura en Venezuela. El sábado 17 del mes que corre, hubo multitudinarias marchas en 370 ciudades del mundo, en apoyo a la oposición, con el propósito de que se reconozcan los resultados electorales en que Edmundo González ganó las elecciones.
Entonces, hay que resaltar el hecho de que sigue creciendo el apoyo para que el Consejo Electoral venezolano reconozca los resultados y publique todas las actas, mesa por mesa, para que sean verificados de manera imparcial e independiente por organizaciones internacionales, como ya lo ha hecho el Centro Carter y como lo determinó Naciones Unidas y para que no se les continúe birlando la elección.
Y en un segundo intento, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos exigió, sin ninguna objeción, que, mediante organismos independientes e imparciales, se realice la verificación de los resultados, se respete el principio universal de soberanía popular y los derechos políticos y civiles, haciendo un firme llamado a la sensates y a la cordura.
En este mismo sentido se pronunciaron 22 Estados y la Unión Europa, es decir, 27 Estados más, lo cual hace que ya vaya sobrepasando el número 100 de los Estados que apoyan a Venezuela, para que se reconozcan los resultados de las elecciones y haya cese a las violaciones de derechos humanos.
Como lo expresé en una columna anterior, se está cumpliendo nuestro elemental presagio de que si la comunidad internacional y, particularmente los Estados, continúan poniéndose de pie, como es su obligación, en la defensa y protección de los derechos humanos, en tanto que son universales y, por lo tanto, patrimonio de toda la humanidad, puede terminar la tiranía en Venezuela, sobre todo porque ante la adversidad, el pueblo venezolano ha mostrado una increíble resistencia, que en la medida en que esté apoyado desde fuera, va a tener menos posibilidades de que seda, pues de hacerlo se estaría condenando, quien sabe por cuánto tiempo más a la dictadura, que pisotea de manera inaudita los más elementales derechos humanos y tiene postrado y en medio de la diáspora a uno de los países más ricos de América y del mundo.
A tal extremo se ha llegado que uno de los más fuertes aliados de Maduro, el presidente Lula de Brasil, ya calificó el régimen como “desagradable”, hecho que, aunque todavía muy débil y, de cierta manera, cómplice de la dictadura, constituye otro avance importante en el proceso inaplazable de derrotar el totalitarismo, con lo cual se lograría que por fin, frente a tanta restricción y violación de los más elementales derechos humanos, partiendo de los políticos y, por ende, tanta limitación de libertades, sean recuperadas cuanto antes, lo cual, además, sería positivo para la democracia y, de manera particular, para Colombia.
Y la hazaña conseguida y mantenida hasta ahora y la valentía y la lucha por la libertad, la justicia y la democracia del pueblo venezolano, tiene a la cabeza a una singular mujer: María Corina Machado, quien ya ha sido propuesta por universidades de Estados Unidos como candidata al premio nobel de paz de 2025.
@ricaurtelosada