Por: Nilza Villota
Se han terminado los juegos Olímpicos Paris 2024 y después de tan grande evento siempre quedan temas para hablar, primero debemos felicitar a nuestros deportistas, a sus familias, entrenadores y patrocinadores; realmente el esfuerzo que hacen para poder entrenar, mantener un nivel competitivo y participar, es inmenso. Colombia siempre ha estado bien representada, en varios juegos olímpicos se ganan medallas y diplomas. Esta vez no podía ser la excepción, en el Rankin quedamos de sesenta y seis entre doscientos seis países participantes; diez y ocho de nuestros deportistas quedaron entre los mejores en las disciplinas competidas. Tres medallas de plata, una de bronce y catorce diplomas demuestran de lo que nuestros deportistas están hechos, ellos son hombres y mujeres apasionados por el deporte, llenos de amor por su patria, con carácter y conocimiento que entrenan para ganar.
En segundo punto por conocimiento de causa, se de los sacrificios que los deportistas deben realizar, pues para poder competir los recursos públicos no están y si los dan, son tan bajos que les toca empezar a vender empanadas, carne asada y demás eventos para poder viajar. Es hora que las cosas en este país cambien, los mandatarios tienen la responsabilidad de colocar a dirigir el deporte a personar que conozcan las diferentes disciplinas deportivas, pero también que sepan cómo administrar los recursos para que estos lleguen donde tiene que llegar y de forma pronta, ha pasado más de una vez que los recursos se pierden porque con tanta la tramitología estos se habilitan después de las competencias, generándose hechos cumplidos que impiden que puedan reclamarse.
Bien lo dicen, el deporte es salud, es vida, es una de las formas para arrebatarle los niños y jóvenes de las drogas, alcohol y el ocio, nosotros como sociedad civil, no seamos indiferentes en ayudar a los deportistas que luchan por representarnos, si ayudamos a los deportistas estamos contribuyendo a una mejor sociedad.
Por eso digo: “Las medallas son de quienes las luchan” y no de los mandatarios que reciben a los deportistas después de las competencias, publicando en redes sociales y periódicos que son un orgullo para sus territorios, cuando no son capaces de organizar las diferentes estrategias que fortalezcan el deporte y brinden verdaderas ayudas a los deportistas que nos pueden y quieren representar.