En cuestión de dos días, la vida de Simoney María Lujano Risco, una joven venezolana de 19 años originaria de Cabimas, Zulia, cambió radicalmente. Simoney fue arrestada el lunes 16 de septiembre mientras viajaba como pasajera en una motocicleta conducida por Eduardo Enrique Correa Barros, de 25 años, tras enfrentarse a tiros con la Policía en la conflictiva zona suroriental de Barranquilla.

Ambos son acusados del asesinato de Miguel Ángel Barrera Orozco, de 32 años, quien fue acribillado mientras estaba sentado en la terraza de una tienda. La escena fue captada por las cámaras de seguridad del local, y testigos indican que Simoney habría sido quien disparó el arma, aunque algunos sugieren que ella entregó la pistola a Correa Barros para que él ejecutara el ataque.
Simoney fue detenida con una pistola CZ 75 calibre 9 mm, y sus manos fueron cuidadosamente cubiertas con bolsas de papel para preservar posibles rastros de pólvora. Tras ser capturada, fue presentada ante la Fiscalía y sometida a pruebas que confirmarían su implicación en el crimen.
Por su parte, Correa Barros, quien cuenta con antecedentes por homicidio, porte ilegal de armas y hurto, resultó herido en una pierna durante el intercambio de disparos y fue trasladado a un hospital.
El martes, Simoney fue llevada ante un juez que legalizó su detención y la de Correa Barros. Durante la audiencia, se revelaron indicios de que el crimen podría estar relacionado con una disputa territorial entre las bandas criminales ‘los Costeños’ y ‘los Papalópez’. Al parecer, la víctima tenía vínculos con ‘los Papalópez’, mientras que los agresores habrían actuado bajo las órdenes de ‘los Costeños’.

Además, las autoridades están investigando si Simoney podría estar involucrada en otros actos violentos en Barranquilla, incluyendo el asesinato de Stiven Fidel Avendaño Herrera, conocido como ‘Steven Rebolito’, y el de Fabián Andrés Coronado Benítez, así como en tiroteos vinculados a extorsiones en el barrio Abajo.
Se sospecha que Simoney también aparece en un video grabado frente a un local de comidas en el que, usando una vestimenta similar a la que llevaba el día de su captura, realiza disparos. Las autoridades creen que este podría ser un comportamiento recurrente en ella, siguiendo un patrón típico de sicarios.
En redes sociales, la joven muestra un perfil diferente, con publicaciones que incluyen frases como «te amo hijo» y menciones a su estado de soltería. Sin embargo, la imagen que presentó en su reseña policial fue la de una persona muy diferente, con una expresión distante de la vida que proyectaba en internet.
Después de su primera audiencia, algunos la han comenzado a llamar ‘Nikita’ o ‘Rosario Tijeras’, apodos inspirados en personajes ficticios relacionados con el crimen. Mientras tanto, Simoney sigue a la espera de las próximas etapas de su proceso judicial, enfrentando graves acusaciones que podrían definir su futuro.
