En el corazón de la capital nariñense, el sector Aquine, se ha desatado una preocupante ola de inseguridad que está sumiendo a sus residentes en un estado de constante temor. Los relatos de atracos perpetrados por una presunta banda de delincuentes a bordo de motocicletas se multiplican, tejiendo un panorama sombrío en los alrededores de esta zona de Pasto.
Según testimonios de los afectados, estos presuntos atracadores operan en grupo, compuesto por al menos seis individuos, todos ellos montados en motos. Sus acciones han sembrado el pánico entre los transeúntes, quienes describen una serie de asaltos que se han vuelto cada vez más frecuentes en un lapso inferior a un mes. Ante esta escalada de violencia, la comunidad clama por un refuerzo del pie de fuerza policial y la intervención urgente de las autoridades competentes para garantizar la seguridad ciudadana.
Situación Complicada
Andrés Tobar, uno de los denunciantes, expresa la complejidad de la situación, especialmente para las mujeres, quienes se han convertido en las principales víctimas de estos actos delictivos. Ā«Los arrebatones son una constante. Los asaltantes optan por la modalidad de arrastrar a las mujeres para despojarlas de sus pertenenciasĀ», lamenta. A pesar de la presencia de cámaras de seguridad dispersas por el sector, las autoridades parecen incapaces de contener la embestida criminal.
Además de los atracos, otro desafío latente es la proliferación del comercio ilegal de drogas sintéticas, que ahora se realiza incluso a domicilio, representando un peligro latente para la juventud de esta comunidad pastusa.
