La reciente eliminación de la selección Colombia Sub-20 femenina de fútbol del torneo en el que participaban ha generado una ola de reacciones en el ámbito deportivo y en la sociedad en general. Este resultado ha puesto de relieve tanto los desafíos que enfrenta el fútbol femenino en el país como la necesidad urgente de un mayor apoyo y desarrollo de este deporte.
La eliminación del equipo colombiano ha sido un golpe duro para los seguidores del fútbol femenino en el país. A pesar de mostrar un desempeño digno y una gran actitud en el campo, la selección no logró superar las fases del torneo.
Por supuesto que en toda actividad deportiva y de competición se tiene ganadores y perdedores y en este caso se tienen conceptos encontrados frente a la actuación del seleccionado de fútbol femenino sub en el Mundial.
La eliminación de la selección debe servir como un llamado a la acción para fortalecer el apoyo al fútbol femenino. Las instituciones y la sociedad tienen un rol crucial en este proceso y es esencial que se incrementen las inversiones en el fútbol femenino, desde las categorías juveniles hasta los equipos profesionales. Esto incluye mejoras en infraestructura,
De igual manera la implementación de programas de desarrollo y formación especializados es clave para el crecimiento del fútbol femenino. Las academias deben ofrecer entrenamientos de alta calidad y oportunidades para que las jóvenes futbolistas puedan desarrollarse plenamente.
Las entidades gubernamentales, así como las empresas privadas, deben comprometerse a apoyar el fútbol femenino a través de patrocinios y políticas que promuevan la igualdad de oportunidades.
La eliminación de la selección Colombia Sub-20 femenina de fútbol es una oportunidad para reflexionar sobre el estado actual del fútbol femenino en el país y la necesidad de una mayor inversión y apoyo. Solo a través de un compromiso real y sostenido se podrá asegurar el crecimiento y el éxito de las futuras generaciones de futbolistas colombianas.