Ismael Botina popular maestro Buchón asistió como invitado de honor al acto inaugural de la moderna sede del Centro Integral para la Gestión de Riesgos y Desastres – CEGIRD- construida en el barrio Toro-bajo de Pasto. A todo taco, con auditorio, locales para bodegas, parte administrativa y cuartel donde despacharán los bomberos voluntarios.
El Buchón, estuvo como Bombero Honorifico, ya que es uno de los fundadores. Hace 70 años, junto a Julio A. Jurado, un 9 de noviembre de 1955, se formó el primer grupo voluntario; adquirieron el primer carro, un Willis modelo 50 con una bomba que impulsaba el agua a dos pisos y la gente le llamo “Miado de zorro”: más tarde construyeron el cuartel de la Avenida Colombia, ahí, era una capilla llamada El Portalito, la demolieron los voluntarios y encontraron cantidad de ataúdes con muertos adentro, porque tiempo atrás las familias pudientes dejaban a sus muertos en las iglesias.
Pero, volviendo al cuento de la inauguración, presidió la ceremonia, el Director Nacional de la Unidad de Gestión de Riesgo y Desastres URNGD, Carlos Carrillo, joven, con barba espesa y cabeza rapada; habla de frente y sin tapujos, manifestando que en el escándalo por el robo de los 40 carro-tanques de la Guajira, todo se fraguó en Nariño y pronto, saldrá otra tanda de implicados que serán politicos de la región – los asistentes, al escuchar ese anuncio, abrimos los ojazos y nos preguntamos ¿Quiénes serán los politicos criollos embarrados en este escándalo?
A los congresistas por ser aforados no los investiga la Fiscalía General de la Nación, sino la Corte Suprema de Justicia. “Espero, que se haga justicia lo más pronto- dijo Carrillo. Y luego manifestó que a él lo van a mandar a la cárcel por desacato de una tutela, sin embargo a los ladrones de cuello blanco, se demoraran años”.
Y aquí en Nariño el escándalo de la Unidad de Riesgos, tomo otro giro; dijo Carrillo- “hace siete meses vine por la emergencia del Potrerillo; en esa ocasión visite el avance de una obra, un albergue en el municipio de la Florida que debía de entregarse hace un año. El contratista recibió cinco mil millones de pesos y lo que encontré fue un lote pelado, con unos ladrillos abandonados, y una yegua llamada “Petronila”. Hoy que regreso se han robado hasta la yegua”…”
De escándalo en escandalo….y una pregunta para tarea. La zona donde se construyó la moderna edificación de la Unidad de Riesgos en Toro-bajo, debió de contar con la licencia de vertimiento de aguas negras por parte de Empopasto. Es curioso, a todos los constructores les han negado permisos y licencias, por cuanto la red pública de alcantarillado no cubre ese sector y entonces: ¿Cómo hicieron los ingenieros, para lograr esta licencia?, porque muchos empresarios no han podido construir.
Definitivamente, quien tiene padrinos se bautiza…y la pregunta, ¿a dónde va a parar la caca de los bomberos?