Por: Mauricio Fernando Muñoz Mazuera
Nuestro Carnaval de Negros y Blancos es, desde mi punto de vista, la fiesta cultural más importante a nivel nacional, pues no solo está presente la danza, o la música, en nuestro carnaval confluye nuestra herencia, la idiosincrasia, la habilidad de nuestros artesanos, el juego y la interacción entre los participantes, elementos imprescindibles en nuestra celebración y que no se da en similar proporción en ningún otro festival, feria o carnaval. Si bien es cierto, cada una de las expresiones del carnaval aportan desde su singularidad, el elemento primordial de nuestra celebración gira en torno a las carrozas, quienes le dan el tinte majestuoso al desfile del 6 de enero. Todos los demás días y desfiles se han consolidado alrededor a este.
En la semana pasada, integrantes de algunos Colectivos Coreográficos que participan en el desfile del 3 de enero conocido como “Canto a la Tierra”, se manifestaron a las afueras de la Alcaldía de Pasto, solicitando mayor apoyo al trabajo que ellos vienen desarrollando en pro del carnaval. Entre las pretensiones de los integrantes de estos grupos se encuentra un aporte por Colectivo que oscile entre los 100 millones de pesos, además aumentar el cupo de integrantes y participantes en el desfile, sin olvidar la necesidad de “democratizar” los procesos de representación de nuestra cultura en los escenarios diferentes a Carnaval.
Desde mi punto de vista, comparto la necesidad de dar oportunidad a todos los artistas que toman parte en el Carnaval, para que representen nuestra cultura y folclor en otros escenarios diferentes a la senda del carnaval, y lastimosamente no será ni la primera ni la última vez que se haga este tipo de solicitudes, pues hay una rosca tan fuerte en la Corporación que organiza todo lo que tienen que ver con el Carnaval y su patrimonio, que hasta se le podría cambiar el nombre a la misma, sin embargo creo que en esto también hay parte de culpa por parte de los mismos colectivos coreográficos, pues ellos mismos tomaron la decisión de salir de la modalidad concursal, la cual incidía en primer término en la calidad de la presentación al igual que la posibilidad de tener otros beneficios aunados al resultado que se ocupe tras la valoración en senda de carnaval.
Hay situaciones que no se pueden manejar, como son los contratos que estos grupos hacen de forma particular y que les permiten presentarse en otros escenarios, recibiendo remuneraciones por esto, sin embargo, si podría negociarse una participación equitativa en actos culturales o muestras artísticas en donde la Administración tenga injerencia, evitando que sean siempre las mismas con los mismos. Sin embargo estoy totalmente en desacuerdo en el alza desproporcionada de los recursos económicos de apoyo a la muestra de cada colectivo. Tengamos en cuenta que a los artesanos de las carrozas Tipo A se les entrega un recurso que oscila entre los 70 millones de pesos, dinero que realmente no alcanza para subsanar todos los gastos que genera la elaboración de una carroza desde 0, sin embargo, esto es lo que hay, y ellos deben apañarse con este dinero. Ahora bien los Colectivos Coreográficos no hacen un gasto puntual para la elaboración de trajes o tocados, esto lo costean sus integrantes, pues es parte fundamental para pertenecer a estos grupos, por ende, sería un gasto menos en su propuesta y si nos quedamos con la información que se compartió desde un Colectivo Coreográfico de amplia trayectoria en nuestra ciudad, quienes pretendían organizar un grupo para participar en el desfile del Carnavalito, en donde se cobraba un valor de inscripción y hasta mensualidad por pertenecer al grupo, podemos decir que los procesos de estos tipos de grupos son auto sostenibles, y el aumento solicitado no tiene asidero.
Finalmente mi llamado es a ver las realidades económicas del municipio pensando en quienes tienen una mayor necesidad de apoyo, yo puedo pensar en un carnaval sin Colectivos Coreográficos, pero no en un Carnaval sin las monumentales carrozas que, con su innovación y calidad, sorprenden a propios y visitantes.