En las últimas horas, la tranquilidad del barrio El Progreso en la capital nariñense se vio severamente alterada por una serie de incidentes delictivos protagonizados por un individuo conocido en la zona bajo el alias de «El Moco». Los residentes, ya preocupados por la creciente inseguridad, hicieron una grave denuncia en contra del sujeto, quien ha mantenido en constante zozobra a la comunidad debido a una serie de robos que ha cometido.
El último incidente, que ha provocado una ola de indignación entre los vecinos, ocurrió durante la tarde del pasado martes. Según la denuncia interpuesta por una residente del barrio, dos mujeres estaban caminando tranquilamente cerca del centro de salud del sector cuando fueron atacadas por «El Moco». El sujeto, aprovechando la modalidad de raponazo, intentó arrebatarle el canguro a una de las víctimas de manera violenta.
Autoridades
Afortunadamente, las mujeres, aunque inicialmente sorprendidas y atemorizadas, lograron alertar a la comunidad. La rápida intervención de los vecinos y de la Policía Metropolitana de Pasto permitió que el presunto delincuente fuera interceptado antes de que pudiera escapar. El Moco fue sorprendido en flagrancia, aún en posesión del canguro robado, lo que facilitó su captura y detención.
Las autoridades procedieron a leerle al detenido sus derechos como persona aprehendida y lo trasladaron a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía General de la Nación.
Allí, el sujeto enfrentará el proceso de judicialización correspondiente por el delito de robo, tras ser denunciado formalmente por la víctima del asalto.
Entorno
Este incidente ha puesto de relieve la preocupación de los habitantes de El Progreso por la seguridad en su barrio. Los residentes, que ya se habían mostrado inquietos ante el aumento de robos en la zona, han recibido este hecho con una mezcla de alivio y desconfianza, esperanzados en que la acción conjunta entre la comunidad y las fuerzas del orden pueda traer una mayor estabilidad y seguridad a su entorno.
La captura de alias «El Moco» es vista como un primer paso crucial en la lucha contra la delincuencia local, pero la comunidad sigue exigiendo medidas adicionales para garantizar la seguridad y prevenir futuros incidentes.

