El Gobierno de Venezuela calificó como un «nuevo crimen de agresión» las sanciones impuestas por Estados Unidos este jueves contra 16 funcionarios venezolanos, incluidos miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Parlamento. Estas medidas responden a la proclamación de Nicolás Maduro como ganador de los comicios de julio, lo que Washington considera una falsedad.
En un comunicado, el Ejecutivo venezolano rechazó «enérgicamente» las sanciones, calificándolas de «medidas coercitivas unilaterales, ilegítimas e ilegales» impuestas por EE.UU. contra Venezuela. Entre los sancionados se encuentran Caryslia Rodríguez, presidenta del TSJ; Rosalba Gil Pacheco, presidenta de la Comisión de Registro Civil y Electoral del CNE; y Pedro Infante, vicepresidente de la Asamblea Nacional.
Para el Gobierno de Maduro, estas acciones reflejan «el desprecio de EE.UU. por el derecho internacional, la autodeterminación de los pueblos y la voluntad democrática del pueblo venezolano». Además, señaló que Estados Unidos es «una potencia hostil y sanguinaria, responsable de millones de asesinatos en el mundo», con un historial de indiferencia hacia sus propios ciudadanos.
El comunicado también afirma que estas sanciones, «vergonzosamente promovidas por la extrema derecha fascista», violan los acuerdos alcanzados en Catar entre ambos países. A pesar de ello, Caracas aseguró que Venezuela «seguirá conquistando nuevos logros» y que la dignidad del país vencerá nuevamente a los intentos de EE.UU.