En un acto cargado de emotividad y gratitud, la comunidad del Hospital Mental Nuestra Señora del Perpetuo Socorro rindió homenaje al padre Raúl Acosta, quien celebró sus bodas de oro sacerdotales.
Este evento conmemorativo, realizado marcó un hito significativo en la vida de este venerado capellán, quien ha dedicado cincuenta años de su vida al servicio espiritual de pacientes, familias y trabajadores del hospital.
Guía
El padre Raúl, con su presencia constante y su inquebrantable fe, ha sido mucho más que un sacerdote para quienes han tenido el privilegio de conocerlo. A lo largo de cinco décadas, ha sido un pilar espiritual, un guía y un consuelo en momentos difíciles, ofreciendo una fuente inagotable de esperanza y fortaleza.
Su compromiso incansable con el bienestar emocional y espiritual de la comunidad del hospital ha convertido su figura en una de las más entrañables y respetadas del centro de salud.
Desde su llegada al hospital hace cincuenta años, el padre Raúl se ha entregado con devoción y amor a su misión pastoral. Su trabajo ha sido fundamental en la vida de muchas personas, quienes han encontrado en sus palabras de aliento, su capacidad para escuchar y su profunda empatía, el apoyo necesario para enfrentar los desafíos que enfrentan a diario.
Compromiso
La celebración de este significativo aniversario no solo destacó el compromiso del padre Raúl con su vocación, sino también la profunda admiración y cariño que ha generado en la comunidad del hospital.
El hospital y la comunidad en su conjunto celebran este logro con una mezcla de gratitud y alegría. Reconocen el sacrificio, la dedicación y el amor incondicional del padre Raúl, deseándole muchos años más de servicio lleno de fe y amor.
Esperanza
Este homenaje no solo es un reconocimiento a su labor, sino también una celebración del impacto positivo y duradero que ha tenido en la vida de todos aquellos que han tenido el privilegio de recibir su apoyo espiritual.
El padre Raúl Acosta, continúa siendo una figura fundamental en la vida del Hospital Mental Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, un verdadero faro de esperanza y luz. Su legado perdurará en cada corazón que ha tocado y en cada vida que ha transformado con su amor y devoción inquebrantables.

