El concejal Johan Steed Ortíz comenta sobre el abrupto cambio en el rumbo de la ciudad
El reciente proceso de reestructuración administrativa en Neiva ha generado una considerable controversia, especialmente después de que el alcalde Germán Casagua Bonilla despidiera a aproximadamente 120 empleados municipales. Esta decisión ha sido objeto de un debate acalorado, y Casagua ha salido a defender su gestión con una serie de explicaciones sobre la necesidad y los objetivos de estas medidas.
Argumentos
En sus declaraciones, el alcalde Casagua argumentó que la administración anterior había creado una serie de cargos innecesarios, que resultaron en un gasto innecesario de los recursos públicos. Según Casagua, este dinero podría ser mejor invertido en proyectos que promuevan el crecimiento y el desarrollo de la ciudad. La reestructuración, por lo tanto, no solo busca ajustar las finanzas del municipio, sino también sentar las bases para que Neiva pueda alcanzar la categoría de primera ciudad en 2026.
Medidas
Entre las medidas tomadas, Casagua destacó la eliminación de seis cargos de asesores de despacho y la supresión de la oficina de internacionalización. Además, se disolvió la secretaría privada, argumentando que cada uno de estos cargos tenía un costo de 25 millones de pesos, lo cual representaba una carga financiera significativa para la administración. También se eliminaron varias direcciones y se fusionaron otras secretarías para optimizar el funcionamiento del gobierno local.
Contraparte
Sin embargo, esta decisión no ha sido recibida sin oposición. El concejal Johan Steed Ortiz criticó duramente la forma en que se llevó a cabo la reestructuración. Ortiz manifestó que el proceso no fue debidamente socializado con los diferentes actores involucrados y que la falta de comunicación afectó negativamente a muchos de los funcionarios que ahora se encuentran sin empleo. El concejal argumentó que una mayor transparencia y participación en la elaboración del proyecto hubiera permitido un debate más amplio y una mejor comprensión de los objetivos y el impacto de los cambios propuestos.
Mientras que el alcalde Casagua defiende la reestructuración como una medida esencial para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad financiera del municipio, la falta de socialización y el impacto sobre los empleados despedidos continúan siendo puntos críticos en el debate. La administración de Neiva se enfrenta a un momento crucial en su evolución, y la forma en que se maneje esta transición será clave para definir su futuro y el de sus ciudadanos.
El éxito de esta reestructuración no solo dependerá de la eficiencia financiera que logre alcanzar, sino también de cómo se maneje el impacto social de los cambios. La capacidad de la administración para comunicar y justificar sus decisiones, será determinante para preservar la cohesión social y la confianza pública en el gobierno local.
El futuro de Neiva dependerá de cómo la administración combine reformas efectivas con empatía y comunicación.