El barrio Quito López en Pasto se encuentra ahora sumido en una grave crisis de seguridad que ha sacudido a sus residentes. En las últimas semanas, un patrón preocupante de delincuencia ha emergido: varios individuos están utilizando mototaxis como fachada para llevar a cabo robos, un fenómeno que ha dejado a la comunidad en un estado de alarma y angustia.
El modus operandi de estos delincuentes consiste en disfrazarse de mototaxistas para abordar a las víctimas de manera engañosa. Los estafadores se presentan como conductores de mototaxis que, al parecer, ofrecen transporte a los residentes. Sin embargo, una vez que las víctimas suben al vehículo o se aproximan a él, los delincuentes se despojan de su disfraz y les quitan sus pertenencias bajo amenazas o mediante el uso de violencia. Este engaño ha causado un aumento significativo en los robos en el área, con varios incidentes reportados en tan solo unas semanas.
Omar Ortiz, un residente del barrio Quito López y portavoz de los afectados, ha expresado su creciente preocupación por la situación. “Los hurtos se han vuelto una constante y una fuente de miedo para todos nosotros. Hemos visto cómo los delincuentes, haciéndose pasar por mototaxistas, han abordado a nuestros vecinos y les han robado sus pertenencias. Esta situación ya se ha salido de control y no podemos seguir viviendo con este nivel de inseguridad,” afirmó Ortiz en una entrevista reciente.
Cámaras de seguridad
La comunidad está desesperada por una solución y ha comenzado a organizarse para enfrentar el problema. Se han llevado a cabo reuniones entre los vecinos para discutir posibles estrategias de protección, como la implementación de patrullas vecinales y la instalación de cámaras de seguridad en puntos estratégicos del barrio. Sin embargo, los residentes también han solicitado una intervención más enérgica por parte de las autoridades locales y policiales. Las autoridades, por su parte, han reconocido la seriedad de la situación y han prometido intensificar los esfuerzos para combatir esta ola de delincuencia. Se han reforzado las patrullas en la zona y se está investigando la posibilidad de establecer un operativo especial para desarticular a las bandas que están detrás de estos robos. Sin embargo, muchos residentes sienten que las medidas actuales aún no son suficientes para restaurar la tranquilidad en el barrio.

