Luis Rosas, representante.

El contrabando en Tumaco tiene en crisis a industria camaronera

En un golpe alarmante para la economía local de Tumaco, más de 1.200 madres cabezas de hogar se han visto abruptamente desempleadas debido al cierre de dos importantes camaroneras en el Distrito Especial.

La drástica medida fue tomada tras el persistente problema del contrabando de camarón proveniente del vecino país, Ecuador, que ha agobiado a los productores locales durante años.

Las dos plantas de procesamiento más grandes, pilares de la economía camaronera en el Puerto de Tumaco, cesaron operaciones ante la invasión de productos de baja calidad y precios irrisorios provenientes del comercio ilegal.

Preocupación

Luis Alberto Rosas, representante legal de la Empresa Camaronera Ecomar Tumaco, expresó su profunda preocupación. «Ya son dos empresas grandes del Puerto que hemos cerrado las plantas de proceso, el contrabando nos tiene agobiados.

“Esta problemática rampante que pasa por las fronteras del río Mataje, Rumichaca y San Miguel en el Putumayo, hacia el interior del país nos tiene sin opciones comerciales», sostuvo.

Rosas subrayó que la situación ha dejado a más de 1.200 familias en una situación de incertidumbre económica, afectando no solo a los trabajadores directos de las camaroneras, sino a toda la cadena de suministro y servicios asociados.

Competir

«No hay garantías comerciales y no podemos competir con productos de baja calidad que pasan por el comercio ilegal», lamentó.

Uno de los aspectos más críticos de esta crisis es el impacto en los tiempos de pago. Mientras los productos de contrabando llegan a los consumidores en Bogotá y otras partes del país en cuestión de días, los productores locales enfrentan dificultades para obtener pagos en un plazo razonable.

Ante esta grave situación, las autoridades han sido alertadas y se han comprometido a tomar medidas. La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, (Dian) ha sido informada para intensificar el control aduanero y frenar el ingreso ilegal de camarón ecuatoriano.

«Ellos se comprometieron a ejercer control en los puntos de aduana y nosotros nos responsabilizamos a mantener a la industria que es la que genera empleo en el territorio», afirmó el representante.

Desafíos

La comunidad del Pacífico nariñense, conocida por su resiliente espíritu y su dependencia histórica de la pesca y la acuicultura, enfrenta ahora uno de sus mayores desafíos económicos de la última década.

La incertidumbre laboral y la falta de garantías comerciales plantean un futuro incierto para las familias que dependen de la industria camaronera local.

En medio de la crisis, los líderes empresariales y comunitarios de la región urgen a las autoridades a actuar con prontitud para proteger y revitalizar una industria vital para el sustento de miles de hogares en la región.