Por: Danny Marcillo
En las calles de Pasto, la creciente incidencia de robos y asaltos ha sembrado un clima de temor entre los residentes y ha suscitado un llamado urgente a las autoridades para mejorar la seguridad pública. Los habitantes de la ciudad nariñense reportan que la sensación de inseguridad se ha exacerbado notablemente en los últimos meses, con casos alarmantes donde los delincuentes actúan sin reparos, sin importar la presencia de niños, ancianos o familias enteras.
«El miedo que generan los delincuentes es enorme», expresó un vecino afectado que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias. «No respetan si uno va con un abuelito o con un niño pequeño. Aprovechan cualquier situación vulnerable para cometer sus delitos, lo cual ha dejado a nuestra comunidad en constante zozobra».
Las mujeres, en particular, han sido blanco frecuente de ataques violentos. Los informes de la comunidad revelan casos donde las mujeres han sido arrastradas por ladrones en motocicleta para robarles sus pertenencias, como teléfonos celulares y bolsos. Estos incidentes no solo representan pérdidas materiales, sino que también generan traumas significativos en las víctimas y en la percepción de seguridad de toda la población.
«Es desesperante ver cómo la situación de inseguridad afecta nuestra vida diaria», lamentó otra residente. «Nos sentimos vulnerables incluso dentro de nuestras propias casas, ya que los robos domiciliarios también han aumentado».
Ante esta preocupante situación, los líderes comunitarios y los residentes han intensificado sus llamados a las autoridades locales para que implementen medidas efectivas y de largo alcance. Exigen patrullajes más frecuentes y visibles, así como una presencia policial más activa y vigilante en áreas críticas y horarios nocturnos, cuando los incidentes delictivos suelen intensificarse.
Las autoridades municipales y la Policía Nacional han respondido reforzando los operativos de seguridad y prometiendo aumentar la presencia policial en las zonas más afectadas. Sin embargo, los residentes subrayan la necesidad de una estrategia integral que aborde las causas estructurales de la inseguridad, como la falta de iluminación adecuada en algunas áreas y la necesidad de programas sociales que ofrezcan alternativas a los jóvenes en riesgo de caer en la delincuencia.
En este contexto, la comunidad de Pasto continúa unida y vigilante, consciente de que la colaboración entre autoridades y ciudadanos es fundamental para restaurar la tranquilidad y fortalecer la convivencia pacífica en la ciudad. Se espera que las medidas adoptadas conduzcan a una mejora significativa en la seguridad pública y en la calidad de vida de todos los habitantes de la capital nariñense.