En el marco de la celebración del Inti Raymi, la Casa de Pensamiento Yapay organizó un emotivo ritual de alborada y armonización en el parqueadero del coliseo cubierto. Este evento, dedicado a honrar al taita Inti y a la Madre Tierra, reunió a diversas personas de la comunidad en un ambiente de agradecimiento y reflexión.
La representante de Yanapay, Verónica Guerrero, destacó la importancia de este espacio de encuentro, que permitió a los asistentes expresar su gratitud por los innumerables beneficios que reciben diariamente de la naturaleza. “No se necesita estar dentro de un cabildo indígena para sentirse identificado con esta gran fiesta y agradecer tantos beneficios que día a día recibimos”, expresó Guerrero.
La jornada comenzó con el ritual de alborada, que incluyó cantos y oraciones dirigidas al taita Inti y a la Madre Tierra. Este acto simbólico buscó alinear las energías de los participantes con las fuerzas de la naturaleza, creando un ambiente de armonización y paz.
La música tuvo un papel central en la celebración. Diversos grupos musicales de la región, con sus melodías tradicionales, crearon un ambiente festivo y espiritual. Los asistentes disfrutaron de la riqueza cultural y musical de la región, reforzando el sentido de comunidad y pertenencia.
El evento también incluyó un compartir de saberes, donde los participantes intercambiaron conocimientos y experiencias sobre las tradiciones ancestrales y la importancia del respeto por la naturaleza. Este espacio de diálogo y aprendizaje fue una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios y promover la conservación de las costumbres ancestrales.
Meditación
La chicha, bebida tradicional elaborada a base de maíz, fue ofrecida a los asistentes como símbolo de hospitalidad y gratitud. Este gesto destacó la importancia de compartir y celebrar juntos los dones de la tierra.
La actividad de armonización, que incluyó prácticas de meditación y conexión con la naturaleza, permitió a los participantes cerrar la jornada en un estado de equilibrio y serenidad. Este acto final fue una invitación a llevar la armonía y el agradecimiento a la vida cotidiana.
El ritual de alborada y armonización no solo fue un homenaje a las deidades naturales, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios y promover el respeto y la conexión con el entorno. La Casa de Pensamiento Yapay continúa siendo un referente en la promoción y preservación de las tradiciones ancestrales, invitando a todos a participar y celebrar la riqueza de nuestra herencia cultural.
Con eventos como este, la Casa de Pensamiento Yapay reafirma su compromiso con la cultura y la naturaleza, recordándonos la importancia de mantener vivos nuestros rituales y costumbres, y de vivir en armonía con el mundo que nos rodea.

