La Secretaria de Ambiente en Bogotá informó de la incautación de 5.5 kilogramos de carne de tiburón tollo (Mustelus sp.) en un restaurante de la ciudad y en medio de operativos de control y seguimiento al tráfico de fauna silvestre que se realiza con la policía Nacional.
Las autoridades llegaron a este lugar y todo gracias a la denuncia de un ciudadano que alertó a la autoridad ambiental sobre la venta de este tipo de carne.
La Resolución 0380 de 2021, que define los recursos pesqueros y determina las especies susceptibles de ser aprovechadas en el territorio nacional, establece que los tiburones y rayas marinas corresponden a recurso hidrobiológico y, por tanto, no pueden ser extraídas con fines comerciales.
La Secretaría de Ambiente iniciará el respectivo proceso sancionatorio ambiental contra las personas que estaban comercializando estos productos como lo indica la Ley 1333 de 2009.
Así mismo, el Código Penal, en su artículo 328, establece penas de 60 a 135 meses y multa de 134 a 43.750 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
En aras de erradicar esta práctica, las autoridad ambiental y la Policía seguirán realizando operativos de control para contrarrestar el tráfico ilegal de especies silvestres en diferentes puntos dela ciudad.
Además estos controles se seguirán realizando en las terminales terrestres y aéreas.
Las personas que quieran denunciar alguna irregularidad, lo pueden hacer a través del correo fauna@ambientebogota.gov.co o a las líneas 318 827 7733, 317 427 6828, 318 712 5560 o (601) 3778854. Los animales silvestres deben estar libres y en su hábitat.
En febrero del 2024, la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, generó polémica al calificar como “racista” la prohibición vigente en Colombia sobre la venta de aleta de tiburón.
Según la funcionaria, esta medida es resultado de decisiones “gomelas” y “yupis” que ignoran el sufrimiento de las comunidades pesqueras de Buenaventura.
La ministra desató la furia de los defensores de los derechos de los animales en redes sociales, quienes acusan a la ministra de ser “especista”.
Sin embargo, Mojica defendió su postura, argumentando que «el sufrimiento humano en Buenaventura supera el dolor animal causado por la prohibición».
“Nos han mostrado imágenes trágicas de aletas de tiburón cortadas. Dolorosas, sí. Pero no se comparan en absoluto con la tragedia que he presenciado en estos días”, expresó la ministra durante la firma del pacto de gobernanza comunitaria por la pesca sostenible en Buenaventura.
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Consumo de carne, apatecido en el mundo:
La revista Science publicó un reciente estudio y en el que señala que «uno de cada siete tiburones y rayas de aguas profundas está amenazado de extinción».
Ahora estas especies se han convertido en un objetivo claro para obtener no sólo para obtener sus aletas y carne.
A inicios de marzo del 2024, reveló que una de cada siete especies de tiburones y rayas de profundidad está amenazada de extinción, según los criterios de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
«Durante mucho tiempo ha habido bastante atención en el tema del comercio de aletas de tiburón. La clave ha sido resaltar que hay otros desafíos en su conservación, relacionados también con el comercio de carne y aceite de hígado»
Según Rima Jabado, vicepresidenta de la Comisión de Supervivencia de Especies y presidenta del Grupo Especialista en Tiburones de la UICN, explicó “a menudo nos enfocamos en las especies costeras, pero hay muchas cosas sucediendo por debajo de los 200 metros”.
El estudio evaluó 521 especies de tiburones y rayas de profundidad y clasificó 60. Nueve de estas especies se catalogaron En Peligro Crítico; mientras que 20 se enlistaron como En Peligro y 31 más en la categoría de Vulnerable.
Esa estadística representa el 14.1 % de las especies bajo una categoría de riesgo, es decir, una de cada siete. Además, dos tercios de las especies —323 especies— se clasifican como de Preocupación Menor, y 43 especies están Casi Amenazadas.