El suceso tuvo en vilo al mundo durante semanas y el hallazgo se celebró en Colombia como un hito histórico.
La llamaron «Operación Esperanza» y en el país se aplaudió la valentía y resiliencia de los niños, así como el esfuerzo de indígenas y las fuerzas militares que colaboraron en la búsqueda de los pequeños.
Con motivo del aniversario, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la entidad a cargo del cuidado de los menores, publicó dos fotos de los hermanos y un recuento de cómo ha sido este año.
«Los hermanos no se han separado en ningún momento (…); cursan sus estudios y disfrutan de la vida que deben tener los niños y las niñas a esa edad», dice el comunicado del ICBF.
40 días de búsqueda
El siniestro del avión ocurrió el 1 de mayo de 2023.
Los cuatro hermanos -entonces de 14, 9, 4 y un año de edad- iban acompañados en el viaje por su madre Magdalena Mucutuy y otros dos adultos, quienes murieron en el accidente.
La familia viajaba para reencontrarse con el padre, Manuel Ranoque, un líder indígena que había huido de Araraucara a raíz de las amenazas que recibió por parte de grupos armados ilegales.
Cuando las autoridades llegaron al lugar del accidente dos semanas después solo encontraron los cuerpos sin vida de los adultos. No había ni rastro de los niños, por lo que se inició una intensa búsqueda por parte de efectivos del ejército y miembros de la comunidad indígena, a la que pertenecen los menores.
La selva donde se estrelló la avioneta y deambularon los niños es hostil, tupida y poco accesible.
El gobierno ordenó la participación de más de 150 uniformados y perros rescatistas, que contaron con la ayuda y experiencia de comunidades indígenas.

