En el vibrante trasfondo de Pasto, una ciudad que acogió a María Gabriela Ruiz desde temprana edad, emerge una historia de superación y pasión que encuentra su expresión más genuina en la cocina. A sus 31 años de edad, María Gabriela no solo es una chef talentosa, sino también una creadora de contenido que ha utilizado su emprendimiento, «Gaby Recetas», como una herramienta para sanar heridas emocionales y compartir amor a través de sus platos.
Nacida originalmente en Cali, María Gabriela encontró en Pasto un hogar y una comunidad que la acogió como propia. Criada en una familia pastusa, su infancia estuvo marcada por la pérdida temprana de sus padres, lo cual dejó una huella profunda en su vida. «Crecí como una niña huérfana y enfrenté muchos traumas. La cocina no solo se convirtió en mi refugio, sino en mi salvación», revela María Gabriela con una mezcla de gratitud y determinación.
Propósito en la vida
El proceso de cocinar y crear recetas no solo le proporcionó una salida creativa, sino que también se convirtió en una terapia personal que la ayudó a sobrellevar la depresión y encontrar un propósito renovado en la vida. «Más que un proyecto, Gaby Recetas se convirtió en mi propósito de vida. Es mi manera de mostrar y dar amor a través de mi pasión por la cocina», comparte con pasión.
A través de Gaby Recetas, María Gabriela comparte no solo recetas deliciosas, sino también historias personales de superación y esperanza. Su objetivo va más allá de simplemente enseñar a cocinar; busca inspirar a otros a perseguir sus sueños y encontrar alegría en las pequeñas cosas de la vida. «Quiero que mi historia demuestre que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una luz al final del túnel. La cocina me dio esa luz», explica María Gabriela con una sonrisa.
Mirando hacia el futuro, María Gabriela tiene planes ambiciosos. Sueña con expandir su proyecto y algún día abrir su propio restaurante en Pasto, donde pueda ofrecer su gastronomía única y continuar impactando positivamente a su comunidad. A través de las redes sociales y plataformas digitales, espera alcanzar a más personas y seguir construyendo una comunidad de apoyo y crecimiento mutuo.
Testimonio de vida «Mi sueño es poder ayudar a más personas a cumplir sus sueños, como la cocina me ayudó a mí», dice María Gabriela con determinación. Su historia es un testimonio vivo de cómo la pasión, la resiliencia y el amor pueden transformar vidas y abrir caminos hacia un futuro lleno de posibilidades. En cada plato que prepara, María Gabriela Ruiz deja una huella de su alma generosa y su espíritu indomable, inspirando a todos aquellos que tienen el placer de probar su cocina y escuchar su historia.