La situación humanitaria en el municipio de Policarpa continúa siendo crítica tras los combates registrados en el corregimiento de Madrigales, los cuales han provocado el desplazamiento masivo y el confinamiento de al menos 3000 personas. Estas víctimas del conflicto armado han buscado refugio en el corregimiento de El Ejido, la vereda Betania y la cabecera municipal.
En respuesta a esta delicada situación, la Gobernación de Nariño, a través de la Subsecretaría de Paz y Derechos Humanos, activó de inmediato la ruta de atención para la población víctima del conflicto armado. Desde Pasto, se trasladaron nueve toneladas de ayuda humanitaria que contienen alimentos de primera necesidad. Estos suministros permitirán la realización de ollas comunitarias para atender a niños, niñas, mujeres gestantes, adultos mayores, hombres y mujeres afectados, quienes claman por un cese bilateral al fuego que les permita regresar a sus hogares.
El diputado Fabio Zarama manifestó que las autoridades de Nariño realizaron un Consejo Extraordinario de Seguridad con el objetivo de abordar de manera integral la situación de la población afectada por el conflicto, que ya supera los ocho días de enfrentamientos en las montañas de la cordillera nariñense.
Articulan esfuerzos
«Estamos comprometidos en brindar todo el apoyo necesario para aliviar el sufrimiento de nuestra gente. Estas nueve toneladas de ayuda humanitaria son una respuesta inmediata, pero continuaremos trabajando incansablemente para garantizar la seguridad y el bienestar de los desplazados», afirmó la Gobernación de Nariño.
La comunidad local y diversas organizaciones continúan trabajando en conjunto para asegurar que la ayuda llegue a quienes más la necesitan y para restablecer la paz en la región. La situación sigue siendo monitoreada de cerca, con la esperanza de que se logre un cese al fuego y se puedan implementar soluciones duraderas para las víctimas del desplazamiento forzado.