Este 24 de junio se hará una conmemoración más del onomástico de mi hermosa tierra natal San Juan de Pasto y por esta razón quiero felicitar a mis coterráneos.
Algunas personas confunden este día, con el cumpleaños de la ciudad, pero no es así, lo que se celebra es el día de San Juan.
Desafortunadamente nuestra ciudad no tiene una fecha exacta de su fundación. Algunos historiadores dicen que fue fundada en el año 1537 por Sebastián de Belalcázar en el lugar que hoy es conocido como Yacuanquer y otros que fue en el año 1539 por Lorenzo de Aldana. Igualmente hay otros historiadores que mencionan a Pedro de Puelles, al capitán Rodrigo de Ocampo o al Capitán Gonzalo Díaz de Pineda, como posibles fundadores.
Al no haber una fecha exacta, se tomó desde el año 1938, el onomástico para la celebración, el 24 de junio, día de San Juan Bautista, patrono de la ciudad.
De todas maneras, nuestro Pasto del alma tiene unos 487 años y sería muy bueno algún día encontrar las actas de fundación, las cuales deben estar en algún rincón de España, en Ecuador o de pronto hasta en Perú para que salgamos de la duda que nos ha embargado hace muchos años.
En Wikipedia leí que “el historiador Emiliano Díaz del Castillo menciona que el poblamiento se llevó a cabo entre el 20 de febrero y el 16 de marzo de 1537 y que la fundación fue el 19 de agosto de 1537 (…)Ya situada en el Valle de Atriz, en Valladolid (España) el día 17 de junio de 1559, le fueron concedidos a Pasto el escudo de armas, en dos cédulas reales distintas firmadas por la princesa Juana de Austria, hermana del rey Felipe II (…) y el nombre de ciudad como San Juan de Pasto”.
“Durante las guerras de independencia de Colombia, Pasto adoptó la causa realista bajo el liderazgo de Agustín Agualongo y Estanislao Merchancano por lo cual, durante las llamadas campañas del Sur, atendiendo la orden de Simón Bolívar, en diciembre de 1822 el batallón Rifles bajo el mando de Antonio José de Sucre, asaltó a la ciudad el 24 de diciembre, suceso recordado como la navidad trágica, y comete todo tipo de excesos, asesinando a más de cuatrocientos civiles, entre mujeres, ancianos y niños, y reclutando por la fuerza a más de mil hombres. Niños y mujeres que se consideraban capaces de combatir fueron apresados también y desterrados a Quito, Guayaquil y Cuenca. El coronel Cruz Paredes, venezolano, amarró a catorce ciudadanos de Pasto, y personalmente empujó las siete parejas hacia un abismo del río Guáitara”, menciona el portal Wikipedia, agregando que en 1861 la ciudad fue por seis meses capital provisional de Colombia.