En un emotivo encuentro que ha dejado una marca indeleble en la ruta de atención para la población víctima de conflicto armado, la Alcaldía de Pasto y diversas dependencias municipales se unieron en un acto protocolario y de socialización de la Mesa de Víctimas Municipal.
El evento fue testigo de la presentación del documento titulado ‘Pacto por las Víctimas, la Construcción de Paz y la Reconciliación 2023-2027′, el cual ha sido incorporado en el Plan Municipal de Desarrollo, delineando así la guía para la atención de las víctimas en la región.
Este compromiso representa un paso significativo que permitirá la aplicación de soluciones destinadas a mejorar las condiciones de vida de las comunidades que han sufrido las consecuencias devastadoras del conflicto en los territorios.
Importancia
Libardo Pinchao, coordinador de la Mesa de Víctimas, destacó la importancia de estas determinaciones, enfatizando que «el paso a seguir es que cada secretaría, en su plan de acción territorial, implemente los componentes de protección y prevención».
La ceremonia también contó con un momento simbólico, en el que el representante de las comunidades indígenas, Rubén Mavisoy, entregó manillas como símbolo de paz a los secretarios de la Administración municipal y funcionarios, con el propósito de impulsar y fortalecer este proceso social.
Según informó el alcalde Nicolás Toro, actualmente se registran cifras alarmantes, con 2.550 personas desplazadas en los últimos cinco meses y 920 individuos provenientes de otras zonas debido a los conflictos presentes en los territorios.
Atención
Por su parte, el secretario de Gobierno Mauricio Rosero, añadió que aproximadamente 50 mil personas son víctimas en el municipio, adelantando gestiones para su atención mediante la inclusión de Pasto en los pactos territoriales de paz, a través del Alto Comisionado para la Paz.
En una muestra de compromiso continuo, el mandatario local anunció cambios significativos: «Continuaremos con nuestra política pública y plan de atención a víctimas. Vamos a cambiar al director de la Unidad de Víctimas por un funcionario especializado de planta, que ejecute acciones rápidas».
Este compromiso asegura la permanencia de un espacio representativo para la población afectada por el conflicto, con el objetivo de garantizar su atención, reparación y evitar la repetición de los mismos, fomentando una mayor participación de las comunidades en el proceso de construcción de paz y reconciliación en la región.