Uribe hizo balance sobre el orden público en el Gobierno de Petro

El expresidente indicó su preocupación por la violencia que se vive actualmente en todo el país, específicamente en el Cauca y Valle del Cauca.

Tras los recientes hechos de violencia que se han registrado principalmente en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca, el expresidente Álvaro Uribe Vélez hizo un balance de la compleja situación de orden público en el territorio colombiano.

El documento, titulado «Se fue la seguridad. Difícil rescatarla. El futuro requiere principios y coraje en la actuación», inicia realizando una comparación entre algunos de los indicadores de seguridad durante su gobierno (entre 2002 y 2010) y el año 2013, momento en el que, según el exmandatario, reinició el deterioro del orden público en el país.

Pero el balance sobre la situación de orden público en Colombia hecho por el expresidente Uribe, fue mucho más allá y profundizó en los 22 meses del Gobierno del presidente Gustavo Petro.

El expresidente Álvaro Uribe Vélez, líder y fundador del Centro Democrático, principal partido opositor al gobierno Petro, señaló que en estos 22 meses van 154 masacres una cifra que supera a la registrada en el 2002, año en que dio inicio su mandato, fueron 112.

Sumado a lo anterior, el expresidente Uribe hizo otras comparaciones, no sin antes recordar que, en el año 2010, «aunque hubiera querido 0, la cifra (de masacres) fue de diez».

Asesinatos

El asesinato de líderes sociales y otros delitos como la extorsión, también fueron destacados por el exmandatario que, los mencionó como reflejo de la compleja situación de orden público en el país.

En relación a la extorsión, Álvaro Uribe destacó los números de su mandato el año 2002, cuando se tenía un registro de 2080 casos denunciados y en 2010, 1.352 casos, cifras que, según los números señalados por el exmandatario, se ven ampliamente superados por los del presente cuando se tiene registro de 18.395 casos.

Para el expresidente Uribe, la compleja situación de orden público también es una clara señal de lo que se podría definir como una crisis en las Fuerzas Militares, a las que definió como «debilitadas, humilladas, silenciadas», y que se suma según el exmandatario, al crecimiento del narcotráfico y la minería ilegal, dos de las problemáticas que empeoran la situación en las regiones.