Las intensas precipitaciones que azotan la Costa Pacífica nariñense continúan desencadenando graves estragos, dejando a su paso un panorama desolador en la región. Habitantes de la vereda Imbilí en zona rural del municipio de Tumaco reportaron fuertes lluvias.
En esta ocasión, más de 10 veredas situadas a la ribera del río Mira se encuentran en estado de emergencia, tras el desbordamiento de este afluente que ha dejado a su paso graves consecuencias.
Los pobladores de Candelillas, El Tulmo, El Panal, La Piñuela, Cacahual, El Guabal, La Lona Imbili, La Boca Toma y San Juan, fueron los más afectadas con la perdida de enseres, cultivos de pan coger, animales de corral y alimentos.
Respuesta
El saldo hasta el momento es alarmante, más de 3.500 personas se han visto afectadas por las inundaciones, clamando por una respuesta inmediata de las autoridades.
Por su parte, el líder del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera, Carlos Ampudia, manifestó que afortunadamente no se presentaron pérdidas humanas, sino materiales.
“El Gobierno tendrá que poner su mirada en nuestro territorio y emprender acciones estrategias que nos alerten para estar preparados ante cualquier emergencia”, argumentó, Ampudia.
Reportes
Según los reportes preliminares, las inundaciones comenzaron en las primeras horas de la madrugada, los habitantes sacudidos por este acontecimiento se vieron en momentos de angustia al presenciar cómo el agua invadía sus residencias. Las instituciones educativas también se vieron inundadas.
La magnitud de los daños es preocupante, las calles convertidas en torrentes, viviendas afectadas y comunidades enteras en estado de desolación por lo sucedido.
En medio de este caos, los habitantes de las zonas afectadas se afanan por recuperar lo perdido, trabajando incansablemente para mitigar los estragos causados por las inclemencias del clima.
Recursos
En este momento de emergencia, la atención institucional se hace más que necesaria. Las autoridades locales y regionales deben poner su mirada y recursos en las personas afectadas, brindando el apoyo necesario para mitigar el sufrimiento y reconstruir lo que ha sido devastado por las aguas desbordadas.
La solidaridad y la colaboración se vuelven fundamentales en momentos como este. organizaciones de ayuda humanitaria, voluntarios y la comunidad en general deben unir esfuerzos para asistir a aquellos que han perdido todo a causa de esta calamidad natural.
Es imperativo que las autoridades competentes implementen medidas efectivas para evitar que tragedias como esta se repitan en el futuro, garantizando la seguridad y el bienestar de todas las comunidades vulnerables ante fenómenos climáticos.

