En un giro insólito de eventos que podría haber salido de una novela de realismo mágico, un carro tanque de la Unidad de Gestión del Riesgo fue descubierto en un circo en Pasto, generando un revuelo mediático sin precedentes. La controversia, inicialmente propagada a través de Facebook, se desató cuando se sugirió que el carro tanque destinado a la sedienta región de La Guajira terminó en la capital nariñense, aparentemente a causa de maniobras cuestionables por parte de Luis Eduardo López, alias «El Pastuso».
En medio de las oleadas de indignación y especulación, el Cuerpo Benemérito de Bomberos Voluntarios de Pasto intervino para esclarecer los hechos. Aseguraron que el vehículo en cuestión, un Chevrolet con placas FTR 2016, estaba bajo su custodia para atender la emergencia sanitaria causada por la avalancha de la quebrada Guachucal el 28 de marzo de 2024. Esta catástrofe había afectado gravemente los acueductos veredales de los corregimientos de Jamondino y Mocondino.
Sin embargo, el escándalo no termina ahí. Resulta que el carro tanque fue solicitado por el circo para abastecerse de agua, debido a la carencia en el sector. Los bomberos voluntarios, en un acto de buena fe y con el objetivo de evitar una emergencia sanitaria entre los asistentes al evento, decidieron facilitar el vehículo. Esto desató una ola de críticas y teorías conspirativas sobre la supuesta desviación de recursos destinados a La Guajira.
Lo verdaderamente preocupante de este incidente no es solo el malentendido en sí, sino la rapidez con la que las redes sociales y algunos medios digitales esparcieron desinformación sin el más mínimo rigor periodístico. Esta tendencia a difundir noticias sin corroborar, solo para ganar likes y atención, está dañando seriamente la reputación de los pastusos y el buen nombre de la ciudad.
La Gobernación de Nariño, bajo el mandato de Camilo Romero, había donado este carro tanque específicamente al Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Pasto para diversas actividades de entrega de agua. Sin embargo, la oleada de desinformación que siguió al descubrimiento del vehículo en el circo evidencia un problema mayor: la falta de responsabilidad en la difusión de información por parte de influencers y administradores de páginas en redes sociales.
Es crucial que los consumidores de noticias aprendan a diferenciar la información veraz de la que no lo es. La proliferación de fake news es una realidad diaria, y encontrar el equilibrio entre el pensamiento crítico y la mera divulgación de desinformación es cada vez más difícil. Este incidente debería servir como un llamado a todos aquellos que manejan páginas en redes sociales a adherirse al rigor periodístico, un valor que, aunque pueda parecer anticuado, nunca pasa de moda.
El sensacionalismo sin bases sólidas sólo contribuye a la confusión y al desprestigio. Los pastusos merecen mejor que ser el blanco de rumores infundados que solo buscan el escándalo y la notoriedad momentánea.

