El fenómeno de la invasión del espacio público en las calles de Pasto es un problema persistente que afecta tanto la movilidad como la calidad de vida de los ciudadanos. La proliferación de carretas de venta de frutas y verduras, así como la presencia de vendedores ambulantes en zonas peatonales y esquinas neurálgicas, crea una situación caótica que dificulta tanto el tránsito de peatones como el de vehículos.
La inauguración de la zona de peatonalización el año anterior por la administración pasada parecía ser un paso hacia la revitalización del espacio público, pero la presencia de carretas y vendedores ambulantes ha socavado estos esfuerzos. La Calle 17, en particular, se ha convertido en un punto focal de esta invasión, con carretas que ocupan tanto los andenes como parte de la vía, limitando la movilidad tanto de peatones como de vehículos.
Las cuatro esquinas neurálgicas; carrera 25 con calle 20, calle 16 con carrera 24, calle 17 con carrera 23 y 22, la zona cerca del Sebastián de Belalcázar por la calle 19 están saturadas de vendedores ambulantes, creando un ruido incómodo y una contaminación auditiva que afecta negativamente la experiencia urbana. Aunque varias administraciones han intentado abordar este problema con diferentes estrategias, incluyendo la instalación de kioscos y la reubicación temporal en plazas de mercado, ninguna solución parece haber sido efectiva a largo plazo.
La iniciativa del alcalde Nicolás Toro de reubicar a los vendedores ambulantes es un paso en la dirección correcta, pero queda por ver si esta medida será efectiva a largo plazo y los vendedores son juiciosos en respetar esta reubicación, por eso es crucial abordar las necesidades económicas de los trabajadores informales y los hábitos de consumo de la población.
Además, es necesario implementar estrategias de intervención que combinen el despeje del espacio público con alternativas de empleo y oportunidades de emprendimiento para los vendedores ambulantes. El diálogo y la colaboración entre la administración pública, los comerciantes informales y la comunidad son fundamentales para encontrar soluciones sostenibles que beneficien a todos los involucrados y restauren la integridad del espacio público en la ciudad.
En última instancia, el éxito de cualquier estrategia para abordar la invasión del espacio público en Pasto dependerá de un enfoque integral que aborde tanto las causas subyacentes del problema como las necesidades y preocupaciones de todas las partes involucradas. Solo a través del compromiso y la colaboración de todos los actores relevantes se podrá restaurar la funcionalidad y la belleza de los espacios públicos de la ciudad.