En el mundo de la gestión empresarial y la maternidad, María Ximena Santander se destaca como un ejemplo de dedicación, fortaleza y pasión por sus roles tanto en el ámbito laboral como en el familiar. Como Gerente de la Nueva EPS, su compromiso ha sido casi exclusivo debido a la magnitud y el impacto de sus responsabilidades en la población afiliada.
En un testimonio personal, María Ximena comparte cómo ha aprendido a maximizar el tiempo para cumplir responsablemente con su trabajo, estar cerca de su hija y perseguir sus propios sueños. Para ella, ser madre siempre ha sido una prioridad, independientemente de su carrera profesional. Su hija, Luisa María, creció viendo el ejemplo de una madre trabajadora que no solo dedicaba tiempo al trabajo, sino que también encontraba tiempo para escribir, transmitiendo así la importancia de la libre elección, la valentía para tomar decisiones y la perseverancia en la búsqueda de la felicidad.
María Ximena reconoce los desafíos que enfrentan las madres que trabajan fuera del hogar y las que se dedican al cuidado del hogar, actividades que admira y respeta profundamente. Para aquellas que como ella, salen de casa todos los días para trabajar, entiende la importancia de criar a hijos independientes, capaces de tomar decisiones y enfrentar los desafíos de la vida con valentía, sabiendo que siempre cuentan con el amor incondicional de su madre.
A pesar de los desafíos, María Ximena siempre ha encontrado tiempo para su pasión por la literatura, escribiendo en las noches mientras su hija dormía. Esta pasión no solo le ha brindado momentos de escape, sino que también le ha enseñado lecciones valiosas sobre la perseverancia, el esfuerzo y la realización personal. Su hija, Luisa María, ha sido testigo de este esfuerzo y comprensión, aprendiendo que los intereses personales y los sueños no deben abandonarse en el camino hacia la realización profesional y personal.
En un mundo donde las mujeres a menudo enfrentan el dilema entre la crianza de los hijos y la realización profesional, María Ximena Santander demuestra que es posible ser madre, profesional y seguir persiguiendo los propios sueños con determinación y pasión. Su historia inspira a otras mujeres a seguir adelante, recordando que vivir con miedo a perder es negarse a vivir, y que el camino hacia la felicidad y la realización personal está lleno de desafíos, pero también de oportunidades para crecer y prosperar.