Name del inglés al español traduce nombre. Pero en Colombia más que un nombre representa una casta política -ahora vestida de verde-, es un estilo de hacer bastardear la política que cada 4 años utiliza al país nacional. Son clanes con diferentes “names” representan una cultura política heredada de los españoles y de los criollos que querían parecerse a aquellos, para acceder al gobierno, para lo cual debían comprar títulos nobiliarios de hijos dalgos como Don o Doña que de por sí, los revestía de poder y reverencias de los demás. Los títulos les permitía evadir la justicia, tener esclavos y siervos. Pero sobre todo, para correr las cercas expropiadoras de terrenos en lo que se denomina la acumulación originaria del capital.
Este modelo señorial se ha mantenido en Colombia, si no, en las mismas formas de organización de la sociedad, al menos en la manera de comportarse. Solo es ver a un congresista de cualquier partido rodeados de nube de lambones pidiéndole puesto o contratos para servirle a su jefe y a sí mismos e incumplir el contrato, una práctica común de muchos contratistas -no todos- para quedarse con la plata, partida en tres con los funcionarios y los congresistas con el convencimiento de que no pasará nada porque la impunidad se campea.
Cuando el país debería estar aplicado en un debate serio sobre su modernización, o al menos sobre las reformas, se está mechoneando de una manera maniquea, por demostrar quién es más corrupto, si la izquierda o la derecha cuando ninguna de las dos debería serlo.
El mejor servicio que le puede hacer la izquierda al verdadero cambio, es combatiendo a los corruptos sin formula de juicio, expulsando de sus filas a todo sospechoso de corrupción. En países de izquierda hay fusilamiento para los corruptos. El ejemplo empieza por la casa.
En Nariño songo sorongo se van soslayando los casos de corrupción y/o inutilidad administrativa haciéndonos creer que no existen. Pero como las brujas, que las hay, las hay, detrás de las cuales siempre han estado los “names” ñapangueros que siempre salen limpios porque “si saben hacer bien las cosas, no como la izquierda”.
‘Los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos que en tiempos de crisis moral se mantienen neutrales’”.

