Dejar pasar la fecha de fundación de un importante medio para Nariño y Colombia sería un agravio pues Diario del Sur nace como un proyecto de escritura con calidad periodística y retrato visible de una sociedad.
Lo puedo atestiguar de primera mano ya que en abril de 1983 da a luz el primer ejemplar del periódico y pocos días después comenzaba a realizar mi columna semanal.
Hasta el día de hoy, lo más destacable en un ambiente nacional donde la libertad de prensa es escasa debido al control de los Medios por parte de una élite muy poderosa, se refiere a la posibilidad de sus columnistas de decir su pensamiento sin trabas, situación casi única en el país. De igual modo, el relato de la historia de un Departamento, paso a paso por más de cuatro décadas, se constituye en un hito global.
Y anteayer, primero de mayo, se realizó una marcha de defensa al gobierno de Gustavo Petro, cuyos adversarios gozaban con una multitudinaria manifestación anterior que fue sobrepasada por una masiva demostración de apoyo popular, pese a que se expuso por radio, prensa, televisión y redes, que el mandatario se apoderaba de esa fecha y no todos los que saldrían estaban con él.
Aún más, nuevamente se insistió en la polarización del país, sin reflexionar que antes no hubo porque la represión y la muerte detuvieron la voz del pueblo y sus heridas gimieron urgiendo la oportunidad de caminar en paz, lo que no fue costumbre durante más de medio siglo como mínimo.
Lo que espera a Colombia es dual: por una parte, la continuación de Diario del Sur bajo la dirección de Hernando Suárez, sin cambiar sus principios, sosteniendo un periódico que no sucumbe al cierre de muchísimos que lo han hecho producto de sus dificultades. Por otra, las marchas no serán intensivas como se augura; la lucha política se intensificará, deseando sea propositiva puesto que las clases desfavorecidas y sus sectores medios esperan el anhelado cambio.

