Luis Eduardo Solarte Pastás

Comfamiliar: bajo un silencio sepulcral

Sergio Agustín Suarez Nieves es el director de la Caja de Compensación Familiar de Nariño (Comfamiliar). Una entidad que afronta una difícil situación  administrativa y financiera, razón por la cual tuvo que ser intervenida por  la Superintendencia Nacional del Subsidio Familiar.

Tras el nombramiento de Suarez Nieves, tanto los afiliados como los patronos y comunidad en general han esperado que su gestión administrativa sea eficiente y vaya orientada a esclarecer en conjunto con las autoridades respectivas  las irregularidades que se han denunciado al interior de la entidad y a encontrar sus verdaderos responsables.

Pero sobre todo, que también conlleve en Comfamiliar a buscar alternativas de solución viable y concreta a la crisis que hoy en día allí se presenta.

De antemano, se sabe que ese trabajo no es fácil, dado la gran cantidad de intereses de los diversos sectores de directivos y sindicatos que se mueven en Comfamiliar y que han hecho que ésta perdiera  el objetivo e importancia de estar al servicio y bienestar tanto de todos patronos como de  los trabajadores afiliados.

Y uno de esos intereses que ha existido en la Caja de Compensación, desde hace varios años, es el manejo político o, mejor, politiquero que se le ha dado y que no ha permitido que ella se consolide como una verdadera empresa rentable y autosostenible económicamente en el departamento de Nariño.

Por todo ello, el director tiene que ser consciente que en Comfamiliar no se puede continuar tolerando que los recursos públicos y privados se administren a la conveniencia de los llamados consejeros y que la ejecución de ciertos programas  como de vivienda de interés social y prioritario, subsidios de desempleo, educación y recreativos, se les pretenda seguir dando algún tinte político-partidista.

Además, dada la gran trayectoria profesional que se dice tener Suarez Nieves  tanto en el sector público como privado,  seguramente que se está  trabajando en evitar que Comfamiliar continúe siendo un feudo político, en donde se acostumbraron a recibir órdenes externas para pretender beneficiar a determinada persona o grupo político mediante la ejecución de proyectos de interés general y la vinculación de personal.

Es triste decirlo pero es la verdad: en Nariño, la entidad con el paso del tiempo llegó a  convertirse en la “presa” burocrática más apetecida que muchos degustaron, aunque sus ansias de poder e intereses individuales hayan ido en detrimento de los derechos de los afiliados.

Así las cosas y frente la injerencia política que se presentaron en la toma de decisiones de Comfamiliar, cabe señalar lo que un día dijo la hoy exministra  de trabajo, Alicia Arango Olmos, en el sentido de que este “tipo de organizaciones sean para los trabajadores y no un instrumento para los políticos y que los consejos directivos no pueden ser políticos sino de gente de calidad”.

En consecuencia, reiteramos, que en la  administración del director de Comfamiliar, Sergio Agustín Suarez Nieves, la gente guarda la esperanza que se conozcan de una vez por todas los resultados de las investigaciones en torno a todas las irregularidades que en su momento fueron denunciadas. Pero lastimosamente, hasta ahora por las nuevas instalaciones de la entidad, lo único que se respira es un silencio sepulcral, el cual se quiere ocultar con una iniciativa que denominan “Canastas de Paz”.

solarpastas@hotmail.com