Pasto, por no contar con un sistema de planeación urbana ha tenido que improvisar en la mayor parte del uso del suelo, así, por ejemplo, el mercado de El Potrerillo está localizado en un área geográfica que fue construida con el propósito de realizar ferias y espectáculos de carácter agrícola.
El mercado llego a ese sitio debido a un incendio ocurrido en el centro de la ciudad donde funcionaba como plaza de mercado; en efecto, ocupaba el sitio que hoy es el Banco de la República. Se dijo en su momento que la ubicación era de carácter transitoria y se resolvería con la construcción de una central de abastos para la ciudad. Sin embargo, el tiempo ha pasado y Pasto aún hoy después de más de 35 años potrerillo sigue en el sitio improvisado.
Quizás la confusión de los términos es lo que no ha permitido su ejecución. En efecto, al denominar la solución como central de abastos comienza el error porque se sobredimensiona una infraestructura para una ciudad que tiene una población igual o menor que quinientos mil habitantes. Una central de abastos tiene una disposición arquitectónica que comienza con el pago de un peaje a cada vehículo de carga que entre a realizar un proceso de carga y descarga.
Los ingresos se generan por el peaje, pero también por el arriendo de las bodegas o los cuartos fríos instalados en ese lugar. Por lo tanto, una central de abastos alberga a comerciantes y transportadores que tienen un capital importante y que no deben ser subsidiados con tarifas por el municipio. Además, en una central de abastos debe haber instalaciones bancarias y/oficinas de la DIAN, etc., que brinden un sistema moderno de transacción en los negocios. Además, no pueden coexistir la distribución mayorista y minorista en el mismo sitio.
Los canales de distribución en una central de abastos es la compraventa entre productores y mayoristas. Entonces, la central de abastos no es un lugar dedicado exclusivamente a la comercialización de productos, sino que se ha convertido en un centro de almacenamiento, transformación e incluso plataformas logísticas de grandes operadores que proporcionan a la población servicios de abastecimiento de productos básicos al mayoreo, sus instalaciones permiten concentrar los productos provenientes de diferentes centros de producción y aportan un valor añadido mucho mayor que la simple distribución urbana de alimentos .
En consecuencia, Pasto debe aprovechar esta coyuntura y adquirir un terreno para construir un mercado mayorista que es en menor escala que una central de abastos, pero con las características administrativas de una central de abastos. Aquí se evitaría el sobredimensionar su tamaño o incurrir en un desfinanciamiento de su operación.
El municipio, además, debe evitar concentrar la comercialización minorista en el mercado mayorista, lo que se debe hacer es construir plazas de mercado minorista en cada sector de la ciudad o en una agrupación de comunas urbanas. Estas plazas deben proveer productos agrícolas, pecuarios, pesqueros, cárnicos, etc. Se deben caracterizar por tener zonas de parqueo, tener servicios públicos de gran calidad y brindar toda la seguridad al consumidor final.
La solución debe resolver la tarea de alimentar a la ciudad a través de la coordinación múltiple de productores, distribuidores, operadores logísticos y comerciantes de alimentos perecederos. La administración local debe poseer un conjunto de metas, objeticos, estrategias y programas delimitado en un tiempo debido a que la distribución urbana de alimentos es un subconjunto del sistema alimentario. La tarea de alimentar la ciudad es un reto que implica una coordinación de múltiples productores agrícolas, acopiadores y distribuidores, operadores logísticos y comerciantes mayoristas y minoristas.
La política de abastecimiento de alimentos a la población debe pasar por generar un concepto de transporte, el uso del suelo y la gestión de residuos, entre otros. Entre mejor se planifique la construcción de la infraestructura para la distribución urbana de alimentos se evitará la pérdida de tiempo de los habitantes en el proceso de abastecimiento, mejoramiento de la modalidad y disminución de la congestión vehicular.
Entonces, la solución definitiva de la distribución de alimentos en Pasto es la construcción de un mercado mayorista y la disposición de plazas de mercado en cada zona de la ciudad. Se debe entender el sistema urbano de alimentos son las cadenas de suministro, la adquisición publica de alimentos y las estrategias de abastecimiento de alimentos de la ciudad.