Hernán Insuasti

Pesimismo colombiano

Esta semana comienza otro reto para los clubes colombianos en torneos internacionales. En la fase de grupos de la Copa Libertadores de América solo estarán Millonarios y Junior como los campeones locales de 2023. En la instancia previa se quedaron en el camino Águilas Doradas y Atlético Nacional, o sea, el fracaso en este certamen ya comenzó.

Ahora está en manos de los albiazules y barranquilleros dejar el nombre del país en lo más alto. Junior está en la llave D al lado de Liga Deportiva de Quito de Ecuador, Universitario de Perú y Botafogo de Brasil. Millos integra el Grupo E junto a Flamengo de Brasil, Bolívar de Bolivia y Palestino de Chile.

Mirando el comienzo de nuestros clubes en el certamen continental y evaluando el nivel de nuestra Liga, creo que el favoritismo de Colombia para ocupar unas de las dos casillas en cada zona, es remoto. Avanzar sería sorprendente, debido a que la imagen de nuestros equipos en esta clase de competiciones en el último tiempo es realmente terrible.

Aparentemente Junior tiene un buen plantel para hacer una buena campaña, que inicialmente sería clasificar a octavos de final. Por su parte, el trabajo del técnico Alberto Gamero en Millos también sería de tenerlo en cuenta. Hace algún tiempo nuestros representativos aparecían como candidatos para superar la fase de grupos, pero ahora lo que hay es incertidumbre.

En Copa Sudamericana, Colombia se encomienda al Independiente Medellín y Alianza Fútbol Club. Las dos escuadras que eliminaron en la fase previa a Deportes Tolima y América, atraviesan un momento desastroso en la Liga. Además, en los de Valledupar la directiva cometió la estupidez de destituir al técnico César Torres, quien logró la hazaña de eliminar a los americanos y que ya tenía al menos una estructura para afrontar el certamen sudamericano.

Medellín hace parte del Grupo A junto a Defensa y Justicia de Argentina, Always Ready de Bolivia y César Vallejo de Perú. Por su parte, Alianza conforma el Grupo B junto a Cruzeiro de Brasil, Unión La Calera de Chile y Universidad Católica de Ecuador.

Aparentemente las instituciones colombianas no tienen rivales tan complicados en Copa Sudamericana, sin embargo, insisto que, con el nivel de nuestra competición y la deficiencia de estos clubes, el pesimismo es realmente grande.