Ismael Botina popular maestro Buchón, es ferviente devoto de San Antonio, santo, que hace milagros a las solteronas quienes lo ponen de cabeza, para conseguir marido.
San Antonio, San Antonio, todo podrás ser pero no has podido hacer tu propio milagro de quitar las goteras en la iglesia de San Juan, en pleno corazón de Pasto.
¿Haber, como es la cosa? Resulta y acontece, que en el templo de San Juan Bautista, entrando a mano derecha, siempre se veneró la imagen de San Antonio, frecuentado por beatas y gente necesitada, con velas encendidas para lograr el milagrito. Sin embargo, de un tiempo para acá, ese nicho del santo se quitó, porque el templo tiene unas goteras que nadie ha podido solucionar.
¡No te lo puedo creer!, sí señor. La razón es la siguiente: el templo de San Juan Bautista, fue declarado en el año 2015, “Monumento Nacional”, y por tanto toda intervención, debe contar con el visto bueno del SINIC- Consejo de Monumentos Nacionales-, y obliga que mientras no haya una disposición clara y expresa de esa entidad que funciona en Bogotá, no se puede poner ni sacar un clavo. ! Ahí nos jodimos ¡
Las empresas de celulares y cedenar, instalaron cables sobre la cornisa de la iglesia, entubaron las instalaciones, y esa telaraña de enredos, hacen que cada vez que llueve el agua se empoza sobre el alero del templo y cae por la pared, justo encima del nicho de San Antonio.
La norma de monumentos nacionales, es tajante- “No se puede hacer ninguna intervención, sin el visto bueno de los sabios de Bogotá”- han venido comisiones de ingenieros, arquitectos, levantan actas que con términos rebuscados tratan de explicar el problema tan sencillo.
Increíble pero cierto, al ver semejante desfachatez, de no poder solucionar un problema tan elemental, Maestro Buchón, se fue donde el Santo Padre, a solicitarle permiso para arreglar las goteras. El Papá Francisco, le dijo: ”hijo mío, eso es potestad de Monumentos Nacionales de Colombia”, no puedo ayudarte,
El trabajo es sencillo, para el Buchón- treparse en una escalera de guadua, con una pate-cabra del Potrerillo, mover los cables, tres palendras de mezcla y resanar la cornisa para que el agua no se encharque, mil pesos de pan con queso y una Cigarra- pare de contar-
Las comisiones del ministerio se cambian por nuevos gobiernos, el tiempo pasa, a tal punto que tuvo que cerrarse la puerta principal del templo de San Juan, quitar la imagen de San Antonio, hasta que algún día la bendita burocracia se apiade.
San Antonio, fracasó en su propio milagro, porque la burocracia de la Oficina de Patrimonio, no permite ejecutar ninguna intervención – no hace ni deja hacer- así las beatas y solteronas, por más que le recen,” tengo a San Antonio puesto de cabeza… si no me das marido, nadie te endereza”- el milagro no podrá hacerse.

