Tecnocumbia

A raíz de algunos cambios ministeriales ha vuelto al superado debate entre técnicos y políticos, hoy llamados activistas. La prevalencia del enfoque técnico-económico para llegar a la modernidad surgió después de la Segunda Guerra mundial, secaracteriza por lasinnovaciones técnicas y tecnológicas, para aumentar la productividad y crecimiento económico.

Pero desde 1995 se acepta el concepto de desarrollo humano sostenible que recoge todos los elementos que caracterizan el desarrollo desde múltiples dimensiones subjetivas e intersubjetivas de la condición humana y su importancia para una reinterpretación del desarrollo.

Se introduce el concepto del desarrollo subjetivo, contiene elementos axiológicos, ecológicos, sociales, económicos y humanísticos, de autonomía y libertad individual. Es la crisis social y ambiental del neoliberalismo cuantitativista cuya paternidad ya nadie reclama. 

Filosóficamente el debate se remonta a la también superada contradicción entre teoría y práctica que la postmodernidad resolvió al obviar los mojones entre ambas e invitar a utilizar lo que mejor sirva, o a un sincretismo de ambas porque hay unidad dialéctica. La teoría tiene su origen en la práctica y esta a su vez es criterio de veracidad.

La práctica es ciega sin la teoría y la teoría no tiene sentido sin la práctica. En suma, son dos elementos indisolublemente complementarios y necesarios para diseñar políticas apoyadas en la cientificidad, la racionalidad y no solamente en el practicismo. Hay experiencias nefastas cuando se han sido determinantes los tecnicismos, por ejemplo, en la elaboración de los planes de desarrollo sin consultar con las realidades objetivas y, al contrario, cuando se ha asumido como absoluto el querer y las voluntades políticas de los gobernantes que han hecho prevalecer intereses que deriven en un mayor caudal electoral antes que la solución estructural de los problemas. 

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“Mientras el político piensa en las próximas elecciones el estadista piensa en las nuevas generaciones”. Invito a esta segunda mirada del futuro de Nariño poniéndonos de acuerdo en unas pocas estrategias de desarrollo económico social, cultural y ambiental que sean la raíz y el tallo robusto del árbol de navidad que se construye a partir de la infinidad de bolitas de cristal que se le cuelgan como aspiraciones legítimas de las comunidades: Desarrollo agroindustrial para abastecer el mercado nacional y dejar de importar 13 millones de toneladas de comida e infraestructura decente.