La tensión entre taxistas y conductores de servicios de transporte alternativo como Indriver alcanzó un nuevo nivel, cuando un grupo de taxistas encerró a un vehículo que estaba prestando servicio en la zona del Champagnat. La acción, que ha generado controversia en la ciudad, refleja el conflicto latente entre el gremio de taxistas y las plataformas de transporte que operan de manera independiente.
Los taxistas argumentan que la presencia de conductores de Indriver y servicios similares está afectando seriamente su sustento económico, ya que les está haciendo perder carreras y clientes habituales. Nelson Gómez, uno de los taxistas afectados por esta situación, expresó su frustración ante los medios locales: «Es injusto que tengamos que competir con estos servicios que operan al margen de la ley. Nosotros estamos regulados y pagamos impuestos, mientras que ellos están evadiendo responsabilidades y perjudicando nuestro trabajo».
Opiniones
La protesta, que se desarrolló en el sector del Champagnat, uno de los sectores más concurridos de la ciudad, ha generado opiniones encontradas entre la población. Mientras algunos ciudadanos apoyan la acción de los taxistas, argumentando que están en su derecho de defender su trabajo y su fuente de ingresos, otros condenan la violencia y la confrontación como métodos de resolución de conflictos.
Por su parte, los representantes de Indriver en la región han condenado enérgicamente el acto de violencia perpetrado contra uno de sus conductores. Han señalado que su plataforma opera de acuerdo con las regulaciones vigentes y que brinda una alternativa legítima de transporte para los habitantes de Pasto.
Las autoridades locales se encuentran investigando el incidente y han llamado a la calma a ambas partes involucradas. Se espera que en los próximos días se tomen medidas para resolver este conflicto de manera pacífica y que se busquen soluciones que beneficien tanto a los taxistas como a los conductores de servicios alternativos. Mientras tanto, la tensión en las calles de Pasto sigue en aumento, reflejando la creciente disputa por el control del mercado del transporte en la ciudad.