Los acontecimientos en Gaza han sobrepasado el límite de lo inhumano. Esto ya es bastante decir; vamos a referirnos a lo que ha causado en la geopolítica mundial, y particularmente en los Estados Unidos de América, que avizora una catástrofe debido a la discrepancia de un sector de los demócratas sobre el manejo del total apoyo a Netanyahu, al menos en el principio de la guerra; Hoy la posición del presidente es de un hombre asustado con los excesos del ejército de Israel, que no previó y se le ha salido de las manos en medio de las protestas en el mundo entero y dentro de su propio país.
Se muestra vacilante con advertencias al primer ministro de Israel, quien no hace caso como su aliado en Oriente próximo, de limitar la agresión en Rapha donde se encuentra arrinconado el pueblo palestino con casi dos millones de personas, que fueron por la mismísima sugerencia de Israel por la invasión del norte de la franja que al momento de escribir estas líneas se dispone al ataque. Ya ocurrió para rescatar a dos rehenes argentinos con nacionalidad israelita con un balance de 77 muertos.
La división demócrata viene como anillo al dedo para los republicanos cuyo candidato es Trump ante una Casa Blanca desorientada; El expresidente con todos sus problemas judiciales, ha declarado que dejará las manos libres a Netanyahu para que obre según su conveniencia en la guerra de Gaza: Se vislumbra si los hechos continúan, una catástrofe política para occidente, incluida Europa y naturalmente el brazo armado que es la OTAN con una derrota militar y política a manos de Putin, por obvias razones la de Ucrania que será desmembrada y necesitará muchos lustros para su reconstrucción. Como si fuese poco, el presidente Biden ha sido acusado por el fiscal de pérdida de memoria o sea no apto para gobernar.

