En el barrio de La Minga, ubicado al sur de Pasto, los residentes se enfrentan a un problema creciente que afecta la tranquilidad y el bienestar de la comunidad. La presencia cada vez más frecuente de consumidores de drogas en las zonas verdes ha generado una preocupación palpable entre los vecinos, quienes temen por la seguridad de sus familias y la integridad de su entorno.
Antonio Pérez, residente comprometido con la comunidad, ha asumido la vocería de esta inquietud ciudadana. Con firmeza, Pérez hace un urgente llamado a las autoridades locales para que tomen medidas efectivas que frenen esta problemática. «No podemos permitir que nuestra querida La Minga sea afectada por el consumo de drogas. Necesitamos soluciones concretas para proteger la seguridad y la calidad de vida de todos los vecinos», expresó Pérez.
Ambiente de inseguridad
Los residentes señalan que las zonas verdes, que solían ser espacios de recreación y encuentro familiar, se han visto afectadas por la presencia constante de consumidores de drogas, generando un ambiente de inseguridad y malestar en el barrio.
El llamado de alerta de los vecinos no solo resalta la necesidad de intervención inmediata de las autoridades, sino que también subraya la importancia de abordar este problema desde una perspectiva integral. La comunidad de La Minga espera trabajar en colaboración con las autoridades locales para implementar medidas que no solo disuadan el consumo de drogas en espacios públicos, sino que también ofrezcan alternativas y apoyo a quienes puedan estar lidiando con problemas de adicción. La seguridad y la calidad de vida de los residentes de La Minga están en juego, y la colaboración entre la comunidad y las autoridades se presenta como la clave para restaurar la armonía en este rincón de Pasto.