Pablo Emilio Obando.

Un sí a la peatonalización del centro de pasto

Desde hace tres décadas se plantea en Pasto la necesidad de peatonalizar algunas calles de su centro histórico. Muchos alcaldes inician una especie de consulta o referendo sobre la conveniencia de dar inicio a este proyecto urbano. Por muchas razones esta iniciativa no encuentra el respaldo necesario para volverse realidad.

Con el crecimiento de nuestra ciudad y el aumento desmedido del parque automotor se vuelve inviable el disfrute de la misma. Carros y motos se adueñan de las calles y los burgomaestros únicamente se ocupan de ampliar calles o dar apertura a nuevas vías para el uso de vehículos y motos. El peatón es cada vez menos Protagonista en su ciudad.

Hoy vemos a unos peatones disfrutando de la ciudad, gozando de un caminar tranquilo y sereno que les permite un relajamiento mental y emocional. La ciudad al servicio de una ciudadanía que puede sentir como suyos esos espacios hechos pensando en su tranquilidad y bienestar.

En la actual administración, presidida por el abogado Nicolás Toro, se ha decidido convocar a una especie de referendo con el fin de determinar si estas zonas peatonales se destinan nuevamente al tránsito vehicular o se conservan como zonas peatonales. Se esgrimen argumentos de ciudadanos, comerciantes, empresarios y transportistas. Pero ninguna razón tan válida como observar a los propios de esta ciudad y a los turistas haciendo uso de estas zonas peatonales. Se recobró la tranquilidad ciudadana y peatonal en varias de sus calles al tiempo que se reactiva el comercio en general. Se observa una ciudad nueva, mejor y a la altura de las grandes ciudades del mundo.

A lo largo de estas calles peatonalizadas se puede pensar en una gran revolución urbana, diseñar puntos de encuentro, espacios lúdicos y fomentar el arte y la cultura de Nariño. Se puede cambiar hábitos y hacer de Pasto una ciudad amiga del medio ambiente. Generar turismo, comercio controlado y permitir que el peatón encuentre alternativas ciudadanas.

Caminabilidad, amigabilidad y peatonabilidad son conceptos que nos convocan en defensa de la posibilidad y la proyección de una nueva ciudad que marque los pasos de una ciudadanía que no cuenta con espacios de encuentro y cultura. Mi voto es a favor de la conservación de las zonas peatonales, la recuperación de la ciudad para el peatón y el fomento de iniciativas de vida y tranquilidad.