Así exclamaba Manuel Vicent columnista del País de España a final del año anterior, refiriéndose a la geopolítica que se complicaba día a día y hoy con mayor razón cuando tenemos varias amenazas de Putin de provocar una guerra nuclear; En un discurso del presidente Biden, aseguro que las palabras del presidente ruso van en serio.
En efecto, hasta hace un tiempo, eso de terminar con el planeta en dos días era cosa del futuro distante, tal vez para nuestros descendientes en la cuarta generación y ni así, era muy improbable porque los humanos ya abrían entrado en razón para destruirse así mismos como quien toma un borrador para que todo quede limpio de vida.
Pero hoy el futuro se vive como una catástrofe inminente amenazante de caernos encima aplastándonos como insectos con un arma de destrucción planetaria, una guerra nuclear a la vuelta de la esquina, y de remate, la Inteligencia artificial que sentimos apoderarse de la esencia humana.
Lo vemos a diario en los medios de la TV o los periódicos o la radio matutina que inicia con las nuevas de cada día que puede traer los lunes o cualquier día y a cualquier hora el anuncio del fin del mundo, o nos pone a pensar que va a pasar y la única respuesta será: vaya uno a saber.
Y también es por otro lado claro que lo más seguro será que digan que en Gaza o en Ucrania, o en Siria, o en Yemen, o en Sudan o en cualquier parte del mundo murieron asesinadas muchas personas en su mayoría mujeres y niños.
Y que los drones vuelan sobre los palestinos, o los Huties del mar Rojo causando dolor y muerte. Y que en nuestra América latina no nos libramos de las masacres causadas por la peste del narco tráfico como en la hermana República, nuestra vecina.