En un claro compromiso con el desarrollo y la participación ciudadana, el Gobierno del Cambio ha fijado como una de sus grandes apuestas la fortificación de las Juntas de Acción Comunal (JAC) como vehículo clave para la transformación del país. En este contexto, el Plan Nacional de Desarrollo ha delineado estrategias que permitirán a estas organizaciones desempeñar un papel crucial en la ejecución de proyectos comunitarios al ser habilitadas para contratar con el Estado.
La nueva administración municipal 2024-2027, bajo la consigna «San Pablo nos une», ha puesto en el centro de sus objetivos el estrechamiento de la colaboración con las JAC. El Alcalde Mario Trujillo Cerón, respaldado por el coordinador de Desarrollo Comunitario, Julio Cesar Lasso, se sumergió en esta iniciativa al visitar la vereda del Alto Llano.
En este espacio, la Junta Directiva, motivada por una iniciativa comunitaria, fue reorganizada para impulsar el trabajo conjunto. Asimismo, se extendieron esfuerzos al poblado del Chilcal Bajo, donde se procedió a la creación de una nueva Junta, dado que aún no contaba con la legalización correspondiente hasta la fecha.
Bienestar
Las Juntas de Acción Comunal tienen como principal propósito representar a las poblaciones organizadas, ya sean veredas o barrios, para brindarles una voz ante el Gobierno y negociar acuerdos en pro del bienestar social. Estas estructuras cuentan con una composición clara: presidente, vicepresidente, secretario, vocal, fiscal y tesorero. Para participar activamente, deben cumplir con las normas establecidas por la Ley 2166 de 2021, un proceso que encuentra el respaldo y apoyo decidido desde la Alcaldía.
Este compromiso gubernamental no solo busca fortalecer la participación ciudadana, sino también impulsar el desarrollo sostenible a nivel local, entendiendo que las Juntas de Acción Comunal son piezas fundamentales en la construcción de un tejido social más robusto y cohesionado.
En este sentido, San Pablo se convierte en el epicentro de una transformación comunitaria que promete generar impactos significativos en la calidad de vida de sus habitantes. La apuesta está hecha, y la colaboración entre el Gobierno y las JAC se erige como el camino hacia un futuro más próspero y participativo para todos.

