Colombia tiene lugares comunes con Ecuador que van más allá de sus 586 kms de frontera, es su historia, economía (exportamos el doble de lo que importamos), el contrabando, religiosidad, política, arte, cultura, ecosistemas y turismo entre otras.
Sin embargo, las políticas binacionales las han definido en las capitales, lejos de la frontera viva de 23 pasos vecinales y 40 trochas que han formado un hábitat natural que no delimita socialmente a los 2 países. Esa identidad está afectada en materia grave por la guerra interna que viven Colombia y Ecuador.
Los malos decidieron aprovechar su logística y falta de experiencia en la lucha contra el contrabando, el narcotráfico y en general la criminalidad que la que los llevó a permear al Estado, hoy casi inviable tanto que Lasso cayó por ello y el jefe antinarcóticos está en la cárcel.
Hay que reconocer el carácter internacional del narcotráfico según el cual, grandes cantidades de dinero se van a los países del Norte, pero los muertos los ponen los países del Sur, mientras EE.UU. gastan un dólar para combatir el consumo, gastan 10 para combatir la producción, haciéndonos creer que el problema no es de ellos. El eje del mal es México-Colombia-Ecuador-Albania.
También culpan a Correa por la crisis al retirar la base militar gringa de Manta; pero no culpan a Colombia que tiene 7 bases ni a Perú con 3, ambos países productores y exportadores de cocaína. Afganistán tomado por los gringos tampoco ha dejado de ser el primer exportador de opio. Así que el ingreso de tropas gringas al Ecuador no resolverá el problema que tiene profundas raíces socioeconómicas y que no se están afectando como el modelo Bukele.
Las demás, son razones coyunturales como que la pandemia acumuló cocaína que encontró salida por Ecuador dolarizado, buena logística e inexperiencia. La desmovilización de la FARC, reducción del Estado por parte de los presidentes Moreno y Lasso, especialmente de los sectores dedicados a perseguir al crimen. Las cárceles quedaron a merced de los presos que se las dividieron por bandas desde donde siguieron delinquiendo.
Coletilla: expulsar colombianos presos en Ecuador, no resuelve nada, porque en Colombia, a lo mejor, no tienen prontuario y quedaran libres.
Un kilogramo de cocaína en su origen vale 2 mil dólares y en EE.UU. 35 mil.

