El pasado martes 28 de noviembre se jugó el partido final del torneo de ascenso del fútbol colombiano entre Fortaleza y Patriotas.
El equipo capitalino llegaba ya instalado en la primera categoría del rentado Colombiano y todo por ser el mejor equipo de todo el torneo de la «B» en el tema de reclasificación, quedándose con el primer cupo de ascenso, puesto que uno de los ítems para llegar a la «A» se resume en que el perdedor del partido final que se jugaría entre Patriotas y Fortaleza, ganadores del torneo 1 y 2 de la segunda categoría del futbol colombiano respectivamente, disputaría su ascenso en contra del mejor equipo en la tabla de la reclasificación, siendo este Fortaleza, entonces el equipo joven de Bogotá ascendería siendo ganador de la final o perdiendo la misma al ser el mejor de toda la competición. S
Sin embargo para Patriotas la cosa no era tan fácil, debía ganarle a Fortaleza la final, pues si no era así, se enfrentaría al mejor de la reclasificación, que ya no sería Fortaleza, sino Llaneros, equipo que se quedó con la segunda plaza en la tabla de la reclasificación del torneo de la «B»; como pueden ver, un gran enredo, de esos que les gusta armar a los dirigentes del futbol Colombiano para mantener a los equipos “grandes” y con historia en la “A”, a pesar de sus pésimas campañas.
Pero ¿Por qué escribir sobre el futbol de la B, o sobre equipos que no pertenecen a la región? Desde mi punto de vista lo sucedido con el torneo del ascenso es una clara muestra que todo en la vida se paga, y que no hay plazo que no llegue, a pesar que nos hagamos los de la vista gorda y nuestro deseo sea tapar el sol con un dedo.
Hace 2 años, justamente para estas épocas, en un partido escandaloso que hasta el minuto 95 del mismo iba ganando Llaneros a Unión Magdalena, el “ciclón bananero” conseguía el ascenso, pues a pesar de ir ganando, el equipo de los Llanos “misteriosamente” no pudo mantener la ventaja de 1 a 0 que tenía sobre el equipo samario, y en un abrir y cerrar de ojos le marcaron 2 goles que terminarían sentenciando la victoria del Unión Magdalena sobre Llaneros por 2 a 1 logrando de esta manera el ansiado ascenso a como dé lugar.
Recordemos que con este resultado el equipo que quedaba sin posibilidad para ascender era precisamente Fortaleza, conjunto que ahora logra llegar a la máxima categoría del rentado colombiano 2 años después de esta situación, una de las tantas a la que los corruptos nos tienen tan enseñados en nuestro país.
Fue tal el revuelo que causo este posible amaño del resultado del partido que la Dimayor, queriendo salir al paso dijo que tenía 48 pruebas que le permitían sospechar sobre una posible conducta antideportiva por parte de los dos equipos, situación que escalo hasta el gobierno nacional y la fiscalía, cuyos representantes en algún momento dijeron que lo sucedido en este partido debía de ser revisado con lupa, pero esto se quedó en nada, la famosa investigación nunca se realizó y de la indignación de medios de comunicación tanto nacionales como internacionales que en un primer momento tildaron los hechos de un “robo descarado”, todo quedó en el olvido, y Unión Magdalena llego a la A y estuvo como inquilino de esta categoría por dos años.
Bien dicen que la justicia tarda pero llega, aunque no provenga de los entes que se dedican a impartirla, lo sucedido con Unión Magdalena es una muestra que todos vamos a terminar pagando todas las que hemos hecho, sin importar la magnitud de las acciones, pues con estas, causamos daño a otros, hoy pensamos que somos “muy vivos” y que es cuestión de suerte, pero aquel trabajo que ganamos usando influencias, va a llegar un momento que nos quedará grande porque no tenemos la capacidad para lograrlo.
Aquella mentira que escribimos en la hoja de vida, tarde o temprano se develará y tendremos que pasar un momento incomodo por nuestra incapacidad, aquella trampa que hicimos para no pagar algo o para acceder de forma no tan correcta a algún servicio, tendremos que pagarlo por el doble, pues nada en la vida se queda sin ser balanceado, y más si estas acciones llevaron al detrimento o al perjuicio del otro.
Yo me pregunto ¿Cómo dormirán los corruptos de nuestro país todas las noches? Pues lo que menciono es real, y no importa si estas en la Alcaldía de un pueblo pequeño, o en el más alto cargo del Gobierno Nacional, algún día la justicia divina pedirá cuentas, y allí serás encontrado falto, y las fotos en las redes sociales no servirán de nada, solo serás tú, presidido de tus actos oportunistas y corruptos… El que tenga oídos, que oiga.