¿Eres privilegiado?

Los colombianos cometemos errores, no sé si por costumbre o por genética o porque sencillamente lo llevamos en nuestro ADN. Podría ser, porque no nos enseñaron que los españoles no nos conquistaron, sino que nos robaron o que antes de Colón ya habían llegado los árabes (análisis para otras líneas).

Ese sentimiento de victimizarse o de creerse la última Coca Cola del desierto, creo, viene desde allá. Recuerden que todos nuestros antepasados fueron violados o esclavos. Es por eso, que queremos sobresalir creyéndonos de apellido europeo (ojalá francés) o, por el contrario, victimizarnos porque somos de apellido vasallo.

Veo que se ha distorsionado el término de ser privilegiado. De pronto esa confusión se ha hecho costumbre porque pensamos que el vivir con bienes es sinónimo de despotismo o de sentir el rechazo de la sociedad mayoritaria, la cual es pobre.

Nunca voy a criticar a la persona o a la familia que ha conquistado dinero con el sudor de su frente. A ella me le he quitado el sombrero desde que tengo uso de razón socioeconómica. La empresa privada es para enorgullecerse y para apoyarla en su sostenibilidad. Mi ataque será siempre a quienes se aprovechan de los impuestos pagados por los empresarios, dinero privado que pasa a ser público, y se gasta en Toyota(s) en los hijos de la politiquería, ellos viven mejor que todos, pero sin derramar algún sudor por su cara, en otras palabras, disfrutan de tu plata.

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Me consta que solo hay un político quien goza de su salario por sus meras funciones. Ese no es el que estás pensando…

Estamos tan llevados, que luego de la liberación del padre de Luchito Díaz (ojalá sea pariente del gran Diomedes, el verdadero gran colombiano), aún haya sectores que se frotan las manos y, otros que se entristecen por haberlo liberado. Esto pasa porque todo hecho tiene un interés realista y, al serlo, debe ser mediático, por encima del dolor humano.

Dejemos de seguir creyendo que nuestros impuestos antes iban a parar al desarrollo, nunca va a suceder, eso, únicamente, empezará a pasar si empezamos a pensar en la necesidad del voto obligatorio.